Mariposas diurnas de Valsaín y de la sierra de Guadarrama
Mariposas Valsaín
Claves Mariposas
Claves Papilionidos
Claves Pieridos
Claves Licenidos
Claves Ninfalidos
Claves Hesperidos
Papilionidos Valsaín
Pieridos Valsaín
Licenidos Valsaín
Ninfalidos Valsain
Satyrinos Valsain
Hesperidos Valsain
Riodinidos Valsain

 

dos Un tres
 

Lo que conocemos como Mariposa no es sino el estado adulto (imago) de un orden de insectos denominado lepidópteros, orden que incluye además las denominadas falenas y polillas.
La palabra lepidóptero deriva de la combinación de las palabras griegas lepis (escama) y pteron (ala), en referencia a que las mariposas, polillas y falenas en su estado adulto poseen la mayor parte del cuerpo recubierto de diminutas escamas.

 

 
  Detalle de las escamas de la mariposa apolo (Parnassius apollo). Los lepidópteros presentan escamas no sólo en las alas sino en buena parte de su cuerpo

 
  Detalle de las escamas de la mariposa apolo (Parnassius apollo). Los lepidópteros presentan escamas no sólo en las alas sino en buena parte de su cuerpo.  
   
 

El orden de los lepidópteros incluye aproximadamente unas 165000 especies en todo el mundo, que podrían fácilmente convertirse en unas 200.000 con la aplicación de las nuevas tecnologías de análisis genético al estudio de las especies ya conocidas y de las nuevas especies que algunos expertos estiman que quedan por descubrir. De estas 165000, unas 20000 serían de las que llamamos mariposas diurnas o ropalóceros.

La palabra ropalócero viene de la combinación de las palabras griegas ropalo (maza) y ceros (antena o cuerno), y es una categorización que se hace para distinguir las llamadas mariposas diurnas de las polillas y falenas que se denominan heteróceros (antenas diferentes).

 
  Camuflada verde (Siproeta stelenes), Costa Rica, es un bello ninfálido que habita las selvas centroamericanas. Son las regiones ecuatoriales y tropicales las que más especies atesoran en el Planeta. Sólo en Costa Rica se pueden observar 1251 especies de mariposas diurnas o ropalóceros.

 
  Camuflada verde (Siproeta stelenes), Costa Rica, es un bello ninfálido que habita las selvas centroamericanas. Son las regiones ecuatoriales y tropicales las que más especies atesoran en el Planeta. Sólo en Costa Rica se pueden observar 1251 especies de mariposas diurnas o ropalóceros.  
   
 


Los ropalóceros o mariposas diurnas tienen una serie de características en común, que les distinguen de las mariposas nocturnas o heteróceros, como son:


1) El vuelo diurno (aunque esta característica es compartida por algunas especies de familias de heteróceros como las zygaenas, los árctidos, los esfingidos, los geométridos o los noctuidos.

 
  Artimelia latreillei es un bello y escasísimo árctido de vuelo diurno, presente en la sierra de Guadarrama

 
  Artimelia latreillei es un bello y escasísimo árctido de vuelo diurno, presente en la sierra de Guadarrama  
   
 


2) La posición de las alas en reposo, unidas en posición vertical (tocándose por los anversos y dejando a la vista sólo el reverso), a diferencia de los heteróceros que suelen poner la alas en posición horizontal (totalmente horizontales o en forma de tejadillo), aunque existen algunas excepciones como algunas de las especies del género de geometridos, Selenia, que descansan con las alas en posición vertical.


 
  Thetidia smaragdaria un bonito geométrido en posición de descanso. Las mariposas nocturnas o heteróceros mantienen sus alas, de manera general, en posición horizontal o en tejadillo durante su reposo, a diferencia de las mariposas diurnas o ropalóceros que mantienen sus alas en posición vertical durante su descanso.

 
  Thetidia smaragdaria un bonito geométrido en posición de descanso. Las mariposas nocturnas o heteróceros mantienen sus alas, de manera general, en posición horizontal o en tejadillo durante su reposo, a diferencia de las mariposas diurnas o ropalóceros que mantienen sus alas en posición vertical durante su descanso.  
   
  3) La característica más obvia, es tener las antenas en forma de maza (con un ensanchamiento en el final), mientras que los heteróceros tienen antenas plumosas, filiformes (en forma de cabello), claviformes, etc (aquí también hay excepciones como la familia de mariposas nocturnas (Castiniidae) que posee antenas con forma de maza, aunque esta familia sólo cuenta con un representante en la península ibérica, introducido y no presente, al menos que sepamos, en la sierra de Guadarrama).

 
  Detalle de las antenas en forma de maza de un ejemplar de doncella mayor (Melitaea phoebe). Las antenas son las estructuras  donde reside gran parte del olfato de las mariposas.

 
  Detalle de las antenas en forma de maza de un ejemplar de doncella mayor (Melitaea phoebe). Las antenas son las estructuras donde reside gran parte del olfato de las mariposas.  
   
 

Las mariposas han conquistado todos los continentes a excepción de la Antártida y en la península ibérica hay, al menos, 228 especies de mariposas diurnas o ropalóceros, según se cuenten como especies algunas subespecies o no (podría ampliarse a 233 especies e incluso a 237 según se dilucide el estatus de otras 4). Las mariposas diurnas, objeto de este estudio, se dividen en dos grupos (superfamilias), bien diferenciados, los hespéridos, que son mariposas más antiguas (se separaron del resto de las mariposas diurnas hace 90 millones de años) y que para el profano pudieran parecer, por su forma y colores discretos, polillas (los primeros registros fósiles de mariposas diurnas de los que los científicos cuentan, mariposas en ámbar, son de mariposas de esta superfamilia) y la familia papilionoidea que recoge el resto de las mariposas diurnas que, la mayoría de la gente, independientemente de sus conocimientos identificaría como una mariposa.

 
  Dorada puntas claras o dorada línea larga (Thymelicus sylvestris) una de los hespéridos más comunes. La Hesperidoidea constituye una de las superfamilias de mariposas diurnas más antiguas.

 
  Dorada puntas claras o dorada línea larga (Thymelicus sylvestris) una de los hespéridos más comunes. La Hesperidoidea constituye una de las superfamilias de mariposas diurnas más antiguas.  
   
  Morfológicamente las mariposas tienen grandes diferencias, presentan variedad de diseños y colores. Cuando vemos una mariposa, estamos asistiendo al último ciclo de vida de este insecto, al ciclo reproductor y más espectacular, puesto que en algunas especies las mariposas presentan cortejos sexuales muy elaborados, que incluyen en muchas ocasiones alocados vuelos y persecuciones.  
  Vuelo de cortejo de la mariposa blanca del Majuelo (Aporia crataegi). Los machos persiguen a las hembras y les tocan de manera continuada con sus alas.

 
  Vuelo de cortejo de la mariposa blanca del Majuelo (Aporia crataegi). Los machos persiguen a las hembras y les tocan de manera continuada con sus alas.  
   
 

También incluyen dichos cortejos la generación de feromonas (sustancias químicas atrayentes) a través de estructuras de escamas modificadas llamadas androconias (en los machos), aunque también estas feromonas pueden ser generadas por las hembras en otras especies.

 
  Detalle de las escamas androconiales (androconias) de la mariposa nacarada pafia o nacarada (Argynnis paphia). Las estructuras androconiales de los machos liberan feromonas (sustancias químicas atrayentes), que sirven de reclamo a los ejemplares del sexo opuesto.

 
  Detalle de las escamas androconiales (androconias) de la mariposa nacarada pafia o nacarada (Argynnis paphia). Las estructuras androconiales de los machos liberan feromonas (sustancias químicas atrayentes), que sirven de reclamo a los ejemplares del sexo opuesto.  
   
 

La duración de este ciclo de la vida, como mariposa, puede variar entre especies de unos pocos días, hasta casi un año en aquellas especies que pasan el invierno en letargo.

 
  La mariposa limonera (Gonepteryx rhamni) es una de las mariposas que vive más tiempo en estado de adulto ya que hiberna desde Septiembre u Octubre hasta los primeros días de la primavera.

 
  La mariposa limonera (Gonepteryx rhamni) es una de las mariposas que vive más tiempo en estado de adulto ya que hiberna desde Septiembre u Octubre hasta los primeros días de la primavera.  
   
 

El número de estadios larvarios de las mariposas (fase de oruga) es variable aunque por lo general tienen 4 o 5 estadios. Y la crisálida generalmente se forma en el exterior, rara vez se hace bajo tierra (apenas en algunas especies como las del género Phengaris).

Aunque las evidencias confirman que las cantidades de mariposas han menguado en la mayor parte de los ecosistemas europeos, hecho del que no es ajena nuestra sierra de Guadarrama, no obstante, la variedad de hábitats de nuestra Sierra unido a la buena conservación de algunos enclaves, ha propiciado que aún podamos ver, escasas eso sí, algunas de las mariposas con óptimo más norteño y cuya distribución hacia el sur finaliza en la misma.

De las 141 especies que hemos recogido citadas en la Sierra, desde su pie de monte hasta las cumbres, hemos dejado, tras un riguroso filtro, en 130 especies las presentes en el territorio, aunque bastaría aumentar un poco dicho territorio a los aledaños del pie de monte, para incorporar alguna especie más.

Esto significa que el 55 % de las mariposas de la península ibérica estarían presentes en nuestra Sierra, lo cual da una idea de la importancia entomológica de la misma, sólo superada, en la zona centro, por la vecina Sierra de Ayllón (situada ligeramente más al norte y al este de la de Guadarrama lo que hace que aproveche el gradiente positivo que tienen las mariposas en ese sentido en la península ibérica, siendo los Pirineos, probablemente la mejor zona en cantidad de especies de Iberia). No obstante no todo son buenas noticias, ya que como decimos el estado de algunas especies es francamente preocupante y las cantidades, en general, de estos insectos se han visto muy disminuidas en los últimos 20 o 30 años.

En la sierra de Guadarrama aún se mantienen algunos enclaves muy importantes para las mariposas. Posiblemente los montes de Valsaín y la vertiente madrileña de la zona (Cercedilla, Navacerrada), el próximo a estos, Valle del Paular, El Escorial, las zonas con presencia de calizas del pie de monte serrano en la parte segoviana (El Espinar, Otero de Herreros, Ortigosa del Monte, Segovia, Gallegos, Prádena, Arcones, Casla, etc) y las correspondientes en el lado madrileño (Manzanares el Real, Guadalix, Pedrezuela y Miraflores de la Sierra) son algunos de los mejores enclaves de la Sierra para poder estudiar estos animales..

 
  La mariposa lucina o perico (Hamearis lucina) es una de las especies más interesantes y escasas de la sierra de Guadarrama. Es en esta Sierra donde mantiene algunas de las poblaciones más sureñas de la península ibérica (existen unas pocas poblaciones aún más al sur). Más abundante en el pasado se mantienen ejemplares aún en algunos robledales bien conservados de la misma. Sin duda es un muy buen bioindicador ambiental de la salud de los ecosistemas.

 
  La mariposa lucina o perico (Hamearis lucina) es una de las especies más interesantes y escasas de la sierra de Guadarrama. Es en esta Sierra donde mantiene algunas de las poblaciones más sureñas de la península ibérica (existen unas pocas poblaciones aún más al sur). Más abundante en el pasado se mantienen ejemplares aún en algunos robledales bien conservados de la misma. Sin duda es un muy buen bioindicador ambiental de la salud de los ecosistemas.  
   
 

A continuación se presenta el Listado de las mariposas de la sierra de Guadarrama, en él se hace mención de todas aquellas que hemos recogido en la Bibliografía (quitando por supuesto algunas citas que, con los conocimientos actuales y los medios, nos parecen disparates) y dejando sólo aquellas que hemos podido confirmar o que, aunque nos resulten raras o posibles errores de identificación, como así marcamos, dejamos pues siempre se puede albergar la duda de que se trate de especies extintas a nivel local.

Si atendemos a las especies presentes en los montes de Valsaín, podemos ver que son hasta 107 las especies que se han citado y que se encuentran entre los límites del bosque o bien en la áreas contiguas al mismo, lo que supone casi la mitad de las especies de la península ibérica (46 %) y más del 80% (82) de las especies presentes en la sierra de Guadarrama, lo cual, teniendo en cuenta el pequeño tamaño de la zona protegida de apenas 10.000 Ha, nos da una idea del buen estado de conservación de algunas de las áreas de estos Montes.

A continuación se presentará el Listado de las mariposas de Valsaín, en el hemos hecho lo mismo, hemos filtrado las citas, que con los conocimientos y medios de hoy nos parecen poco verosímiles y hemos dejado las confirmadas, las citadas recientemente y alguna que descartamos, no obstante, por prudencia seguimos dejando, aunque sin contarla. En los montes de Valsaín están presentes algunas joyas entomológicas del orden de los lepidópteros entre los cuales destacan la mariposa apolo (Parnassius apollo), lucina (Hamearis lucina), tornasolada (Apatura iris) y antiopa (Nymphalis antiopa) entre las diurnas y la mariposa isabelina (Actias (=Graellsia) isabelae), la tortuguita (Artimelia latreillei), el gran pavón nocturno (Saturnia pavonia), etc

 

 
  Hembra de mariposa isabelina Actias (Graellsia) isabelae posiblemente la mariposa nocturna más bonita de la fauna europea, mantiene en la sierra de Guadarrama en general y en los Montes de Valsain en particular una buena población, siendo una de las joyas de la entomología ibérica.

 
  Hembra de mariposa isabelina Actias (=Graellsia) isabelae posiblemente la mariposa nocturna más bonita de la fauna europea, mantiene en la sierra de Guadarrama en general y en los Montes de Valsain en particular una buena población, siendo una de las joyas de la entomología ibérica.  
   
 

Morfología de las mariposas:


Morfológicamente las mariposas, como el resto de los insectos, poseen tres partes bien diferenciadas: cabeza, tórax y abdomen.

 
 

Detalle de un ejemplar de mariposa macaon (Papilio machaon), en la imagen se pueden apreciar las partes del cuerpo del insecto.

 
  Detalle de un ejemplar de mariposa macaon (Papilio machaon), en la imagen se pueden apreciar las partes del cuerpo del insecto.  
   
 

La cabeza contiene el aparato bucal y gran parte de las estructuras sensoriales. Internamente posee tres ganglios nerviosos a modo de cerebro que avanzan por el cuerpo constituyendo el sistema nervioso.
En la cabeza están las antenas (un par) que son órganos móviles con una función primordialmente olfativa, aunque también táctil. En los licénidos, las antenas están anilladas de colores blancos y negros, mientras que los hespéridos presentan un pequeño garfio al final de la maza.

 
  Montaje fotográfico con el detalle de las antenas en forma de maza de una especie de cada una de las familias de mariposas diurnas. En el sentido de las agujas de reloj y empezando por la esquina superior izquierda (hembra de Anthocharis cardamines, ejemplar de Zerynthia rumina), macho de Polyommatus bellargus, Euphydrias (=beckeri) aurinia (centro), Hamearis lucina (macho), Thymelicus sylvestris (macho). Las antenas de las mariposas diurnas presentan antenas en forma de maza a diferencia de las especies de mariposas nocturnas presentes en el área de estudio.

 
  Montaje fotográfico con el detalle de las antenas en forma de maza de una especie de cada una de las familias de mariposas diurnas. En el sentido de las agujas de reloj y empezando por la esquina superior izquierda (hembra de Anthocharis cardamines, ejemplar de Zerynthia rumina), macho de Polyommatus bellargus, Euphydrias (=beckeri) aurinia (centro), Hamearis lucina (macho), Thymelicus sylvestris (macho). Las antenas de las mariposas diurnas presentan antenas en forma de maza a diferencia de las especies de mariposas nocturnas presentes en el área de estudio.  
   
 


En la cabeza también están los ojos de la mariposas que ocupan gran parte de ella y que son dos grandes hemisferios compuestos de una gran cantidad de facetas que son elementos hexagonales bajo los cuales se sitúan los omatidios (ojos elementales), algunas especies, principalmente de ninfálidos y licéndidos, presentan algunos pelos entre dichas facetas, sin que se conozca la función de estos.
Los ojos confieren a las mariposas una visión de casi 360 grados, la vista de las mariposas, a tenor de la composición de sus ojos, podríamos decir que es extremadamente buena en cuanto a la percepción del color, ya que las mariposas también pueden ver el espectro ultravioleta, pudiendo así reconocerse mejor entre ellas y reconocer las plantas y flores de las que se alimentan. También la vista de las mariposas recoge con gran precisión el movimiento, sin embargo, parece que, por el contrario, la definición en el reconocimiento de formas no es muy alta.

 
  Montaje fotográfico con el detalle de los ojos de las diferentes familias de mariposas. En el sentido de las agujas del reloj y empezando por la esquina superior izquierda, Thymelicus acteon, Zerynthia rumina, Hamearis lucina, Aporia crategi, Favonia quercus (bonito licénido de costumbres crepusculares y buena visión con poca luz, que presenta gran pilosidad entre las facetas) y en Melitaea phoebe (centro).

 
  Montaje fotográfico con el detalle de los ojos de las diferentes familias de mariposas. En el sentido de las agujas del reloj y empezando por la esquina superior izquierda, Thymelicus acteon, Zerynthia rumina, Hamearis lucina, Aporia crategi, Favonia quercus (bonito licénido de costumbres crepusculares y buena visión con poca luz, que presenta gran pilosidad entre las facetas) y en Melitaea phoebe (centro).  
   
 


En la cabeza, las mariposas, también presentan los órganos bucales. Las mandíbulas de las mariposas están atrofiadas y en su lugar se presentan dos pares de palpos (maxilares, muy reducidos y labiales), con funciones olfativas y gustativas. Entre ellos se presenta la espiritrompa que es un doble tubo, desplegable a voluntad y conectado con la faringe que es musculosa y que es el verdadero órgano para aspirar las sustancias líquidas (néctar, agua, sales minerales, etc), que mediante dicha musculatura y por capilaridad acceden por la espiritrompa. El extremo de esta tiene una función gustativa y táctil y toda ella se recoge bajo la cabeza en forma de espiral.

 
 

Detalle de la espiritrompa de una mariposa nacarada aglaja o lunares de plata (Argynnis aglaja) libando sobre flor de zarza (Rubus sp.) . En la imagen se aprecia el doble tubo que conforma la espiritrompa.

 
  Detalle de la espiritrompa de una mariposa nacarada aglaja o lunares de plata (Argynnis aglaja) libando sobre flor de zarza (Rubus sp.) . En la imagen se aprecia el doble tubo que conforma la espiritrompa. 
   
 

El tórax es la sección central del cuerpo, aunque el mayor tamaño del abdomen no permita que el tórax sea el centro geométrico del animal. El tórax posee las funciones locomotoras del animal y por ello está conformado por un gran conjunto de músculos internos. El tórax se divide en tres segmentos: protórax, mesotórax y metatórax. En cada uno de estos segmentos se sitúa un par de patas móviles y en el mesotórax y metatórax hay además un par de alas funcionales.
Los ninfálidos tienen el primer par de patas (el del protórax) atrofiado y adaptado a funciones gustativas.

 
  Detalle del primer par de patas atrofiado de los Ninfálidos. Este primer par de patas presenta funciones gustativas. Mariposa doncella mayor (Melitaea phoebe).

 
  Detalle del primer par de patas atrofiado de los Ninfálidos. Este primer par de patas presenta funciones gustativas. Mariposa doncella mayor (Melitaea phoebe).  
   
 

Las patas están articuladas y se componen de 5 elementos: coxa, trocánter, fémur, tibia y tarso, este último con 5 artejos y terminado en un par de garfios a modo de uñas. En los papilionidae de la tibia sale una estructura llamada epífisis que les sirve para limpieza de antenas, espiritrompa y otras patas, además en la mayoría de las mariposas en los tarsos y, en ocasiones en las tibias, tienen espinas con funciones para la captación del olor y para la ovoposición en las hembras.

 
  En la imagen se puede ver un ejemplar del hespérido piquitos de las malvas o piquitos castaña (Carcharodus alceae), en las patas se pueden observar las espinas de las tibias con funciones de captación de olor y ovoposición en hembras.

 
  En la imagen se puede ver un ejemplar del hespérido piquitos de las malvas o piquitos castaña (Carcharodus alceae), en las patas se pueden observar las espinas de las tibias con funciones de captación de olor y ovoposición en hembras.  
   
 


Las alas de las mariposas, móviles y separadas en el caso de las diurnas, también se sitúan en el tórax, concretamente en el meso y metatórax, la inserción de las alas delanteras se realiza mediante una estructuras móviles denominadas térgulas. La función principal de las alas de las mariposas diurnas es la de proporcionar el vuelo, pero además tienen otras funciones como la de la termorregulación, la del reconocimiento de individuos y sexos, función de camuflaje en muchas especies y de advertencia en otras (aposematismo).

 
  Mariposa pavo Real (Aglais io), llamada así por los espectaculares "ojos de pavo" presentes en el diseño del anverso de sus alas que la hacen muy llamativa y probablemente algo inquietante para sus depredadores. El reverso de sus alas sin embargo es negro, muy discreto, para pasar desapercibido entre los claroscuros del bosque.

 
  Mariposa pavo real (Aglais io), llamada así por los espectaculares "ojos de pavo" presentes en el diseño del anverso de sus alas que la hacen muy llamativa y probablemente algo inquietante para sus depredadores. El reverso de sus alas sin embargo es negro, muy discreto, para pasar desapercibido entre los claroscuros del bosque.  
   
 

La parte superior de las alas se denomina anverso y la parte posterior reverso, así los anversos de las mariposas diurnas son visibles en vuelo e invisibles en reposo y viceversa, lo cual tiene gran importancia en las tres últimas funciones de las que habíamos hablado, ya que los anversos permiten el reconocimiento entre individuos y sexos así como en otras especies permiten la advertencia de su toxicidad, mientras que los reversos en muchas otras especies que cuentan con coloridos diseños de los anversos y crípticos diseños en los reversos les permite pasar desapercibido durante el reposo.

 
  Mariposa sátiro de hermione o banda acodada (Hipparchia hermione (=alcyone) ), mostrando el perfecto camuflaje con el que se mimetiza con el tronco y que le permite pasar desapercibida.

 
  Mariposa sátiro de Hermione o banda acodada (Hipparchia hermione (=alcyone) ), mostrando el perfecto camuflaje con el que se mimetiza con el tronco y que le permite pasar desapercibida.  
   
 


Las alas de las mariposas diurnas les permiten volar a 15 km/h mientras que algunas nocturnas como los esfíngidos pueden volar a más de 50Km/h. Dichas alas, presentan unas membranas incoloras que, como hemos visto antes, están cubiertas de escamas dispuestas a modo de tejadillo, estas escamas consiguen bonitos y variados patrones de colores y diseños que diferencian unas especies de otras, algunas de estas escamas están modificadas presentando funciones para la liberación de feromonas (androconiales) formando estructuras denominadas androconias, otras escamas son muy finas y alargadas y forman las fimbrias que se disponen en los bordes costal y lateral de las alas.
Los colores de las mariposas y por ende de sus escamas pueden ser de origen estructural (escamas con superficies estriadas y bordes afilados) que producen difracción de la luz, según esta incida sobre ellas o según sea el ángulo de observación del reflejo y que producen colores azulados metalizados o, en ocasiones, blancos metalizados. Son ejemplos de dichos colores producidos por difracción de la luz los de algunos licénidos del género Polyommatus o las irisaciones de la conocida mariposa tornasolada (Apatura iris).

 

 
 

La estructura de las escamas de este bellísimo macho de niña celeste (Polyommatus (=Lysandra) bellargus), permite reflejar unas bonitas irisaciones según le incidan los rayos de sol de manera más o menos oblicua. Esto es muy difícil de captar con las cámaras digitales que no suelen hacer justicia a esos bonitos brillos, aunque en ocasiones tenemos suerte al obtener la foto (los tonos de la fotografía están subidos a posta para realzar el efecto).

 
  La estructura de las escamas de este bellísimo macho de niña celeste (Polyommatus (=Lysandra) bellargus), permite reflejar unas bonitas irisaciones según le incidan los rayos de sol de manera más o menos oblicua. Esto es muy difícil de captar con las cámaras digitales que no suelen hacer justicia a esos bonitos brillos, aunque en ocasiones tenemos suerte al obtener la foto (los tonos de la fotografía están subidos a posta para realzar el efecto). 
   
 

Otros colores se deben a coloraciones por pigmentos, que se producen en el paso de crisálida a imago, entre los que destacan las pterinas que son derivados del ácido úrico muy relacionadas con la alimentación que presentan algunos piéridos y que dan lugar a los colores blancos, amarillos y naranjas (Colias, Pieris y Antocharis).

 
  Montaje fotográfico con los detalles de los pigmentos amarillos y naranjas presentes en los piéridos y que derivan de su alimentación casi en exclusiva de crucíferas. En el sentido de las agujas del reloj y empezando por la esquina superior izquierda, Pieris brassicae, Colias croccea, Antocharis euphenoides, Zegris eupheme y detalle de ala de Zegris eupheme (centro).

 
  Montaje fotográfico con los detalles de los pigmentos amarillos y naranjas presentes en los piéridos y que derivan de su alimentación casi en exclusiva de crucíferas. En el sentido de las agujas del reloj y empezando por la esquina superior izquierda, Pieris brassicae, Colias croccea, Antocharis euphenoides, Zegris eupheme y detalle de ala de Zegris eupheme (centro).  
   
 

También de origen pigmentario son las melaninas, pigmentos oscuros que dan lugar a los colores negros, pardos y grises de los satírinos y que se producen por oxidación de las tiroxinas.

 
  Anverso de la mariposa erebia común o montañesa de banda larga (Erebia meolans). La melanina confiere los colores oscuros (marrones, negros y grises) de las escamas de los lepidópteros.

 
  Anverso de la mariposa erebia común o montañesa de banda larga (Erebia meolans). La melanina confiere los colores oscuros (marrones, negros y grises) de las escamas de los lepidópteros.  
   
 

Los colores verdes algunos provocados por de la presencia en la hemolinfa de pigmentos derivados de la clorofila proveniente de la alimentación de las orugas y otros derivados de la combinación de pigmentos amarillos y negros como el de los reversos de algunos piéridos (Antocharis, Euchloe,etc).

 
  Reveso de la mariposa blanquiverdosa común o meridional (Euchloe crameri), en donde se observan las escamas verdosas cuyo origen pudiera ser los pigmentos derivados de la clorofila presente en las plantas que ingirió en su época de oruga.

 
  Reveso de la mariposa blanquiverdosa común o meridional (Euchloe crameri), en donde se observan las escamas verdosas cuyo origen pudiera ser los pigmentos derivados de la clorofila presente en las plantas que ingirió en su época de oruga.  
   
 


La combinación entre colores de origen estructural y de pigmentos se cree que da lugar a los colores naranjas, rojos y violetas de las Lycaenas.

 
  Anverso de la mariposa manto púrpura (Lycaena alciphron), parece que la combinación entre las irisaciones derivadas de la estructura de sus escamas y los pigmentos podrían dar lugar a los colores violetas y púrpuras de la especie.

 
  Anverso de la mariposa manto púrpura (Lycaena alciphron), parece que la combinación entre las irisaciones derivadas de la estructura de sus escamas y los pigmentos podrían dar lugar a los colores violetas y púrpuras de la especie.  
   
 

Las alas de las mariposas pueden presentar diferentes tamaños dependiendo de las familias y especies, así por ejemplo los hespéridos cuentan con alas pequeñas que les permiten vuelos rápidos y directos sin moverse grandes distancias del lugar donde nacieron y, en cambio, otras como los papiliónidos, algunos ninfálidos y piéridos presentan grandes alas que les permiten amplios desplazamientos, algunos considerados verdaderas migraciones.

 
 

La mariposa atalanta (Vanessa atalanta) es una gran voladora que realiza migraciones parciales hacia el norte y que puede ser, por tanto, encontrada en cualquier ecosistema despejado.

 
  La mariposa atalanta (Vanessa atalanta) es una gran voladora que realiza migraciones parciales hacia el norte y que puede ser, por tanto, encontrada en cualquier ecosistema despejado.  
   
 

 

Para la identificación de las mariposas se debe atender a la forma, colores y diseños de las alas. En muchas libros se muestran las venas alares y se les da nombre para así determinar las especies, pero este criterio es muy poco útil en el campo por lo que aquí no lo utilizaremos y simplemente atenderemos en las alas a las diferentes partes de estas y los espacios y series de puntos y lúnulas que en ellos se encuentran para una determinación óptima de la mariposa, por lo que deberemos conocer el nombre de algunas (pocas) zonas de las alas (basal, discal, postdiscal, submarginal y marginal, celda, etc).

Una de las mejores formas de estudiar las mariposas es a través de las fotos que les hagamos, para lo cual, se recomienda una cámara de tipo 'bridge' por su gran zoom que evitará tenernos que acercar demasiado a ellas y por tanto espantarlas. Si deseamos, tener resultados en nuestra fotografía para la publicación tendremos que utilizar cámaras réflex con objetivos macros. En muchas ocasiones macros de gran focal como los 180 mm nos resultarán más útiles con los insectos, aunque serán menos versátiles para el retrato o la fofografía de anfibios y reptiles, por ejemplo, y más caros que los de las focales tradicionales (80, 90, 100 o 105 mm).

 
 

Montaje fotográfico con las partes de las alas de las mariposas. La estructuración de la alas en bandas o sectores, desde la basal, pasando por la discal, postdiscal, submaginal hasta la marginal nos ayudan a definir elementos del diseño de las mariposas que nos serán muy útiles a la hora de la identificación. Así elementos que se encuentren en dichas bandas podrán ser referenciados en relación a ellas, ejemplos de ellos serían punto de la celda, serie de puntos postdiscal, ocelos submarginales, etc.

 
  Montaje fotográfico con las partes de las alas de las mariposas. La estructuración de la alas en bandas o sectores, desde la basal, pasando por la discal, postdiscal, submaginal hasta la marginal nos ayudan a definir elementos del diseño de las mariposas que nos serán muy útiles a la hora de la identificación. Así elementos que se encuentren en dichas bandas podrán ser referenciados en relación a ellas, ejemplos de ellos serían punto de la celda, serie de puntos postdiscal, ocelos submarginales, etc. 
   
 

El abdomen está formado por 10 segmentos de los cuales tan sólo 8 son visibles (del 2 al 9). En el abdomen de una mariposa se concentran la mayor parte de los aparatos respiratorio, digestivo, circulatorio y nervioso y enteramente también el aparato reproductor, así como buena parte del aparato muscular de esta.
El aparato respiratorio de las mariposas es un sistema traqueal que se basa en una serie de tubos ramificados (tráqueas), que va ramificándose en una estructura arborescente hasta llegar a las células. A lo largo de los dos últimos segmentos del tórax (mesotórax y metatórax) y de los primeros 8 segmentos del abdomen se establecen 10 aperturas denominados estigmas respiratorios. Estos estigmas respiratorios comunican directamente con las tráqueas y en ellos, mediante contracciones rítmicas de algunos músculos se hace el intercambio gaseoso de las células con el exterior. Tal es así que la mayoría del oxígeno que necesitan las células se obtiene a partir de los estigmas y muy poco a través de la hemolinfa.

 
 

Detalle del abdomen de una hembra de mariposa apolo (Parnassius apollo), probablemente uno de los abdomenes más gruesos de entre las mariposas diurnas de la península ibérica. Las hembras tienen un abdomen más ancho que los machos para poder albergar los huevos, y en general son más grandes que éstos.

 
  Detalle del abdomen de una hembra de mariposa apolo (Parnassius apollo), probablemente uno de los abdómenes más gruesos de entre las mariposas diurnas de la península ibérica. Las hembras tienen un abdomen más ancho que los machos para poder albergar los huevos, y en general son más grandes que éstos. 
   
 

 

El aparato digestivo que comienza en los órganos bucales y continúa en el esófago (cabeza) y luego en el estómago (tórax), tiene su continuación en los intestinos que se encuentran en el abdomen. Las mariposas tienen tres tipos de intestinos (anterior, medio que es el que hace la digestión y posterior). Entre el intestino medio y posterior se encuentran los tubos de Malpigio, que hacen, las funciones que los riñones en los mamíferos, esto es, limpian la hemolinfa de sustancias nitrogenadas y la vuelcan en el intestino. Posteriormente se encuentra el recto y el ano, que son conductos de paso.

El aparato circulatorio de las mariposas, consta de un vaso ensanchado en la parte dorsal del abdomen que hace las funciones del corazón auricular. La hemolinfa (podríamos decir que la sangre de los insectos) va entrando en cada segmento del abdomen a través de un orificio denominado ostiolo, también se distribuye por las venas alares. La hemolinfa es de un color verde amarillento.

 
 

Mariposa esbelta común o blanca esbelta (Leptidea sinapis), su fino abdomen la hace fácilmente reconocible cuando está en reposo y su nombre común esbelta hace referencia a la delgadez de esta parte de su cuerpo.

 
  Mariposa esbelta común o blanca esbelta (Leptidea sinapis), su fino abdomen la hace fácilmente reconocible cuando está en reposo y su nombre común esbelta hace referencia a la delgadez de esta parte de su cuerpo. 
 

 

 
   
 

 

El sistema nervioso de las mariposas, está formado por dos ganglios unidos en cada segmento en la zona ventral del abdomen (8 pares), forman una figura semejante a una escalera de mano y además de cada ganglio parten nervios laterales que van a los distintos órganos.
El sistema muscular, está formado por un entramado de músculos estriados que sostienen y mantienen los órganos internos, así como permiten los movimientos de las distintas regiones del cuerpo. Son muy importantes en todos los procesos vitales de la mariposa.

 
 

Medioluto ibérica (Melanargia lachesis) mostrando su abdomen en posición defensiva.

 
 

Medioluto ibérica (Melanargia lachesis) mostrando su abdomen en posición defensiva.

 
   
 

 

Al aparato reproductor de las mariposas pertenecen los únicos apéndices que salen del abdomen. Estos apéndices que conforman la armadura genital externa son diferentes para cada especie de mariposa, por lo que, hasta la llegada de la genética, su estudio, previa preparación, era la única manera de identificar algunas especies imposibles de identificar de visu y la más utilizada para asegurar otras con las que podía haber dudas. El aparato reproductor de los machos se denomina andropigio, formado por un par de testículos y un aedeago o pene tubular. El esperma baja a través de los canales convergentes que se juntan en el canal eyaculador que continúa por el pene (aedeago) que forma unos pliegues que entran en el interior de la hembra durante la cópula y que acaban en unas pequeñas espinas o garfios que la favorecen. El aparato reproductor de la hembra se denomina ginopigio y consta de una abertura genital (ostium burseae), la espermateca, el micropilo, la vagina, dos oviductos y dos ovarios. El abdomen de las hembras es bastante más voluminoso que el de los machos ya que tienen que albergar los huevos, y en general las hembras son más grandes que los machos pues tienen mayor tamaño de alas para favorecer también un cuerpo más grande y más pesado.

 
  Detalle de la cópula de esta pareja de lobas (Maniola jurtina) , a la derecha otra foto esta vez con los ejemplares en su totalidad.

 
  Detalle de la cópula de esta pareja de lobas (Maniola jurtina) , a la derecha otra foto esta vez con los ejemplares en su totalidad.  
   
 

La espermateca de las hembras es una especie de vejiga donde tras la cópula la hembra almacena el semen del macho, a veces durante varias semanas. Los huevos se forman en los ovarios y tras formarse descienden por los oviductos hasta el micropilo, el micropilo es poroso y permite el paso de pequeñas gotas de semen desde la espermateca que al contacto con el huevo producen la fecundación, que se realiza prácticamente en el momento de la puesta. Una vez fecundado el huevo desciende a través de la vagina y sale al exterior donde generalmente es sujetado por la hembra en alguna parte de la planta nutricia o en las proximidades de esta.

 
 

Fotografía de una hembra de niña amanda o estriada (Polyommatus amandus) realizando la puesta de un huevo sobre su planta nutricia la arveja silvestre (Vicia cracca).

 
  Fotografía de una hembra de niña amanda o estriada (Polyommatus amandus) realizando la puesta de un huevo sobre su planta nutricia la arveja silvestre (Vicia cracca). 
   
 

Ciclo vital de los lepidópteros

El huevo

Cuando la hembra va a ovopositar, busca su planta nutricia (en la mayoría de las ocasiones una especie tiene una planta nutricia o un reducido número de ellas). Revolotea por la vegetación en vuelo bajo mientras va encontrando dichas plantas y entonces arquea su abdomen y fija un huevo (en ocasiones varios dependiendo de si la especie es gregaria es sus primeros estados larvarios o de oruga) en la planta nutricia o sus alrededores.

 
  Hembra de Macaon (Papilio machaon) realizando la puesta sobre una planta de ruda (Ruta sp.), una de sus plantas nutricias.

 
  Hembra de Macaon (Papilio machaon) realizando la puesta sobre una planta de ruda (Ruta sp.), una de sus plantas nutricias.  
   
 

Algunas especies, no obstante, dejan caer el huevo al suelo en las proximidades de su planta nutricia.
Las mariposas pueden poner desde algunas decenas hasta 200 o 300 huevos (el caso de algunos pieridos, por ejemplo), en una táctica que pretende contrarrestar la gran mortandad que tendrán, especialmente las orugas, durante su vida, debido principalmente a la depredación y al parasitismo.

 
  Huevo de mariposa chupaleches (Iphiclides feisthamelii) sobre un ciruelo doméstico (Prunus domestica). Los huevos de los papilionidos son esféricos.

 
  Huevo de mariposa chupaleches (Iphiclides feisthamelii) sobre un ciruelo doméstico (Prunus domestica). Los huevos de los papilionidos son esféricos.  
   
 

La forma de los huevos es muy variada, pudiendo ser redondeados, achatados por los polos, en forma de botella, huso, cónicos, etc, dependiendo de la familia, mientras que cada especie tiene un microdiseño diferente.

 
  Huevo de mariposa ondulada o maculada (Pararge aegeria) sobre gramínea. Se trata de un Ninfálido Satírino. Se ha conseguido una gran ampliación mediante el uso de tubos de extensión y duplicadores para que se aprecie la rugosidad del huevo que no es una esfera perfecta.

 
  Huevo de mariposa ondulada o maculada (Pararge aegeria) sobre gramínea. Se trata de un Ninfálido Satírino. Se ha conseguido una gran ampliación mediante el uso de tubos de extensión y duplicadores para que se aprecie la rugosidad del huevo que no es una esfera perfecta.  
   
 

Los huevos pueden ser de color blanco, verde, amarillentos, marrones etc. Y dejan traslucir la cabeza de la oruga cuando esta está a punto de abandonarlo.

 
 

Huevo de licénido concretamente de taladro del Geranio (Cacyreus marshalli) sobre la hoja de un geranio.

 
  Huevo de licénido concretamente de taladro del Geranio (Cacyreus marshalli) sobre la hoja de un geranio. 
   
 

Huevo de esbelta común o blanca esbelta (Leptidea sinapis), sobre su planta nutricia Lathyrus sp. Los huevos de los piéridos son alargados y estriados longitudinalmente.

 
  Huevo de esbelta común o blanca esbelta (Leptidea sinapis), sobre su planta nutricia Lathyrus sp. Los huevos de los piéridos son alargados y estriados longitudinalmente. 
   
 

La oruga

Es la fase o etapa de crecimiento del lepidóptero. Durante esta etapa el animal únicamente se dedica a comer (para ello tiene un potente y desarrollado aparato bucal) e intentar evitar ser depredado. La oruga tiene forma cilíndrica y un cuerpo compuesto por una cabeza, un tórax y un abdomen que no son tan evidentes como en su etapa de adulto.

 
  Oruga de mariposa macaon (Papilio machaon) en posición de descanso. En la fotografía se aprecia bien la estructura de las orugas, formada por  segmentos, los tres primeros provistos de patas verdaderas y articulas y en los demás unas estructuras denominadas propodios o falsas patas

 
  Oruga de mariposa macaon (Papilio machaon) en posición de descanso. En la fotografía se aprecia bien la estructura de las orugas, formada por segmentos, los tres primeros provistos de patas verdaderas y articulas y en los demás unas estructuras denominadas propodios o falsas patas  
   
 


La cabeza está fuertemente esclerotizada, mostrando generalmente una superficie dura a modo de careta. En la cabeza generalmente hay un par de pequeñas antenas y se presentan 6 pares de pequeños ojos simples (ocelos), que le profieren una vista muy modesta, que va poco más allá de distinguir las figuras y las formas, para lo cual muchas veces realiza movimientos de cabeza para ayudar en sus mediciones. A los lados de las mandíbulas hay unas glándulas capaces de producir hilos de seda, que puede ser de diferentes colores según la especie, estos colores los confieren diversos pigmentos procedentes de la alimentación.

 
  Detalle de las cabeza esclerotizada de la esfinge de la Vid, Hippotion (=Sphinx) celerio, una de las orugas más grandes que podemos ver .

 
  Detalle de las cabeza esclerotizada de la esfinge del aligustre, Hippotion (=Sphinx) ligustri, una de las orugas más grandes que podemos ver .  
   
 


En el tórax de la oruga que contiene tres segmentos hay un par de patas en cada segmento, estas patas son articuladas y contienen los mismos elementos que en el adulto. Los papiliónidos tienen un órgano de defensa en el primer segmento torácico llamado osmeterium que emite sustancias olorosas desagradables cuando es molestado para ahuyentar a posibles depredadores.

 
  Oruga de una polilla de la familia Psychidae. Las orugas de esta familia se envuelven en vistosos 'estuches' que realizan con vegetación y seda, siendo esta una de las formas de pasar desapercibido más impresionantes que podemos encontrar en los lepidópteros. La oruga de la foto se encontraba en la cima de la Hermana Mayor cerca de Peñalara y más de 2270 msnm.

 
  Oruga de una polilla de la familia Psychidae. Las orugas de esta familia se envuelven en vistosos 'estuches' que realizan con vegetación y seda, siendo esta una de las formas de pasar desapercibido más impresionantes que podemos encontrar en los lepidópteros. La oruga de la foto se encontraba en la cima de la Hermana Mayor cerca de Peñalara y más de 2270 msnm.  
   
 


El abdomen de la oruga tiene 10 segmentos, de loa cuales los 8 últimos tienen un par de patas falsas cada uno, denominadas propodios. Estas falsas patas no son segmentadas sino que son modificaciones corporales en forma de patas acabadas en unas ventosas o en uñas.

 
  Oruga de la polilla diurna tigre escarlata (Callimorpha dominula), en la imagen se pueden ver los tres primeros pares de patas (patas verdaderas) y el resto de falsas patas o propodios.

 
  Oruga de la polilla diurna tigre escarlata (Callimorpha dominula), en la imagen se pueden ver los tres primeros pares de patas (patas verdaderas) y el resto de falsas patas o propodios.  
   
 

Las orugas frecuentemente se alimentan de una sola especie de plantas, o más raramente de un conjunto de plantas del mismo género o de la misma familia. Ayudadas por las fuertes mandíbulas y la secreción de algunas sustancias de ellas a modo de saliva van triturando y comiendo el alimento.

 
  Oruga de la mariposa espejitos o sofía (Issoria lathonia) , se trata de una mariposa con varias generaciones anuales. Sus orugas polífagas se alimentan mucho y crecen deprisa.

 
  Oruga de la mariposa espejitos o sofía (Issoria lathonia) , se trata de una mariposa con varias generaciones anuales. Sus orugas polífagas se alimentan mucho y crecen deprisa.  
   
 

En esta etapa las orugas están siempre en crecimiento y cuando la piel ya no es capaz de albergar el cuerpo se produce la muda, es decir, la piel rompe por la cabeza por la sutura craneal y la oruga se libera de esta para continuar con otra piel debajo mucho más holgada.

 
  Oruga de la mariposa blanquiverdosa común o meridional (Euchloe crameri) alimentándose de la semilla de una crucífera, posiblemente Brassica barrelieri.

 
  Oruga de la mariposa blanquiverdosa común o meridional (Euchloe crameri) alimentándose de la semilla de una crucífera, posiblemente Brassica barrelieri.  
   
 

La mayoría de los lepidópteros tienen hasta 5 mudas (la última es una muda a crisálida) y en cada una la oruga va aumentando de tamaño. Algunas especies de orugas pueden ser gregarias (Euphydryas sp, Melitaea, Nymphalis antiopa y polychloros, Aglais urticae), esto es, continúan juntas a veces en los primeros estadios y a veces incluso hasta la última muda en crisálida. Las especies gregarias pueden, en ocasiones, formar nidos hechos con seda y se defienden en otras con sustancias desagradables, pelos urticantes, etc.

 
  Orugas gregarias de la mariposa doncella punteada (Melitaea cinxia) alimentándose de los llantenes Plantago sp., de un prado de San Ildefonso.

 
  Orugas gregarias de la mariposa doncella punteada (Melitaea cinxia) alimentándose de los llantenes Plantago sp., de un prado de San Ildefonso.  
   
 


Para tratar de no ser depredadas las orugas pueden utilizar varias estrategias, algunas tienen diseños que las hacen pasar desapercibidas (colores miméticos con las plantas nutricias, formas de pequeñas ramitas, etc).

 
  Oruga de mariposa nocturna (geometridae) pasando desapercibida en un arbusto donde se mantiene inmóvil pareciendo completamente una pequeña ramita más

 
 

Oruga de mariposa nocturna (geometridae) pasando desapercibida en un arbusto donde se mantiene inmóvil pareciendo completamente una pequeña ramita más.

 
   
 

Así las orugas que se alimentan en lo alto de los árboles suelen ser verdes, las que lo hacen en el suelo, marrones y las que lo hacen en las ramas, grises. Otra estrategia que utilizan las orugas, es la contraria, presentar colores llamativos que avisan de su toxicidad (aposematismo) muchas orugas además utilizan estrategias como la inmovilidad para no ser vistas por sus depredadores o todo lo contrario, la huida rápida de ellos. Algunas de ellas utilizan sustancias químicas con fuerte olor desagradable, a veces tóxicas.

 
  Oruga de la mariposa arlequín (Zerynthia rumina), sobre su planta nutricia Aristolochia pistolochia. La oruga mantiene los alcaloides tóxicos de su planta nutricia lo que la convierte en una especie también de gran toxicidad para algunos de sus posibles predadores.

 
  Oruga de la mariposa arlequín (Zerynthia rumina), sobre su planta nutricia Aristolochia pistolochia. La oruga mantiene los alcaloides tóxicos de su planta nutricia lo que la convierte en una especie también de gran toxicidad para algunos de sus posibles predadores.  
   
 


Una estrategia muy interesante realizada principalmente por algunas especies de licénidos de los géneros Aricia, Lampides, Phengaris o Polyommatus es la denominada Mirmecofilia. En estas especies de lepidópteros las orugas presentan en el el séptimo segmento abdominal un par de glándulas denominadas glándulas de Newcomer por las que excretan sustancias fuertemente azucaradas producto de la síntesis de los materiales vegetales de los que se alimentan y por las que sienten una fuerte atracción algunas especies de hormigas principalmente de los géneros Myrmica, Lasius, Formica, etc, las hormigas excitan las glándulas con sus antenas y la oruga rápidamente excreta una gota de dicha sustancia azucarada que es muy nutritiva para la hormiga. Con esto consiguen que las hormigas defiendan a las orugas de los posibles depredadores que avanzan por las plantas, las protegen de competidores que intentan alimentarse en las mismas plantas e incluso las transportan a plantas nuevas cuando estas ya han sido consumidas.

 
 

Las orugas de hespéridos son predominantemente nocturnas y de día se esconden en nidos que realizan juntando dos hojas de la planta nutricia, en este caso el marrubio (Marrubium vulgare). El nido de la imagen, sin duda, es de la mariposa piquitos del marrubio o piquitos (Carcharodus boeticus).

 
  Las orugas de hespéridos son predominantemente nocturnas y de día se esconden en nidos que realizan juntando dos hojas de la planta nutricia, en este caso el marrubio (Marrubium vulgare). El nido de la imagen, sin duda, es de la mariposa piquitos del marrubio o piquitos (Carcharodus boeticus).  
   
 


La gran mayoría de las orugas son herbívoras pero las orugas de las mariposas del género Phengaris se alimentan de las larvas de hormigas en una estrategia muy conocida y de lo más peculiar. En la sierra de Guadarrama sólo conocemos una especie del género Phengaris, la hormiguera oscura o Phengaris nausithous que presenta mirmecofilia con algunas hormigas del género Myrmica (Myrmica rubra y Myrmica scabrinodis). Durante la época de buen tiempo, las hormigas defienden a la oruga en su planta nutricia la pimpinela mayor Sanguisorba officinalis, extrayendo los jugos de sus glándulas de Newcommer, pero cuando alcanza su cuarta muda la oruga se deja caer al suelo y es transportada por las hormigas al interior del hormiguero. Allí permanece en el hormiguero alimentándose de las larvas de las hormigas, parasitándolas hasta que produce la última muda a crisálida a principios de la primavera siguiente dentro del hormiguero. Pasado un mes la mariposa abandona nada más mudar a adulto (imago) el hormiguero para completar su ciclo reproductor como mariposa siempre cerca de su planta nutricia. Por esta razón es una especie siempre escasa, incluido en la sierra de Guadarrama donde apenas hay un par de colonias a cada lado de la Sierra, ya que la colonia de hormigas tiene que ser muy grande para soportar la presión de varias orugas de la mariposa y además, como se ha comprobado, son sensibles a los cambios en la longitud de la hierba y usos del suelo.

 
  Mariposa hormiguera oscura, sobre su planta nutricia pimpinela mayor (Sanguisorba offcinalis). La oruga sólo es herbívora en sus primeras cuatro mudas , luego es llevada por las hormigas del género Myrmica a su hormiguero donde crecerá comiendo larvas de dichas hormigas. Este tipo de vida las convierte en escasa, sus poblaciones siempre cuentan con bajos números de ejmplares. Es una mariposa protegida.

 
  Mariposa hormiguera oscura, sobre su planta nutricia pimpinela mayor (Sanguisorba offcinalis). La oruga sólo es herbívora en sus primeras cuatro mudas , luego es llevada por las hormigas del género Myrmica a su hormiguero donde crecerá comiendo larvas de dichas hormigas. Este tipo de vida las convierte en escasa, sus poblaciones siempre cuentan con bajos números de ejemplares. Es una mariposa protegida.  
   
 


Hay especies de lepidópteros que apenas pasan un mes en el estado larvario o de oruga mientras que otras especies llegan a invernar en este estadio. Una de las polillas que pasa el invierno en su nido en fase de orugas es la conocida como procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), bastante común en los pinares serranos y muy fácilmente reconocible por las hileras de orugas y por los nidos blancos sedosos que elabora.

 
 

Orugas de procesionaria del roble (Thaumetopoea processionea) haciendo su peculiar desplazamiento 'en procesion'. Estas polillas defoliadoras consituyen verdaderas plagas en el pie de monte de la Sierra

 
  Orugas de procesionaria del roble (Thaumetopoea processionea) haciendo su peculiar desplazamiento "en procesion". Estas polillas defoliadoras consituyen verdaderas plagas en el pie de monte de la Sierra. 
   
 


Las procesionarias del pino y del roble (Thaumetopoea pityocampa y processionea) son quizá las únicas especies de lepidópteros potencialmente peligrosas de la sierra de Guadarrama, especialmente para los perros si lamen o ingieren alguna, ya que el contacto de las mucosas o la piel con sus pelos urticantes puede desarrollar serios problemas en nuestras mascotas y fuertes urticarias en nosotros.

 
 

Urticaria producida por los pelos urticantes de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) al tumbarse accidentalmente con una camiseta de algodón sobre una hilera de orugas. El tratamiento requirió de la administración de un antiinflamatorio potente a las 24 horas de haberse producido.

 
  Urticaria producida por los pelos urticantes de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) al tumbarse accidentalmente con una camiseta de algodón sobre una hilera de orugas. El tratamiento requirió de la administración de un antiinflamatorio potente a las 24 horas de haberse producido.  
   
 

La crisálida o pupa

Es el estadio del ciclo de vida de un lepidóptero donde tienen lugar las mayores transformaciones. Una vez que la oruga ha completado su penúltima muda, dentro de su cuerpo se empiezan a producir las primeras transformaciones. A menudo la actividad de la oruga aumenta de forma frenética y va buscando el mejor lugar para sujetar la crisálida, esto se hace generalmente en alguna parte de la planta nutricia o más raramente cerca de esta. Para ello la mayoría de las orugas empiezan a tejer un entramado de hebras de seda desde donde se sujetaran con los propodios o falsos pies anales que poseen en la parte final unos ganchos que se denominan, en la pupa o crisálida, cremáster. Así la mayoría de las especies crisalidan bocabajo únicamente sujetas por los ganchos del cremáster y libres para encogerse ante un depredador o mecerse por el viento, otras cuantas (las más evolucionadas) cabeza arriba formando un cinturón de seda denominado cíngulo, que las mantiene fuertemente sujetas a la planta, otras cuantas generalmente las de los satyrinos pupan bajo las piedras o entre las rocas y gran parte de los heteróceros o polillas lo hacen bajo tierra. Sólo algunas especies tejen un capullo de seda para cubrir la crisálida pese a que, al hacerlo las famosas mariposas o gusanos de seda (Bombyx mori), mucha gente piensa que así lo hacen todos los lepidópteros.

 
  Capullo de seda en el que está envuelta la crisálida de una mariposa nocturna, no son muchas las especies que realizan este tipo de capullos, pese a que, derivado de la tenencia de gusanos de seda, mucha gente piense que la mayoría de las mariposas realizan un capullo.

 
  Capullo de seda en el que está envuelta la crisálida de una mariposa nocturna, no son muchas las especies que realizan este tipo de capullos, pese a que, derivado de la tenencia de gusanos de seda, mucha gente piense que la mayoría de las mariposas realizan un capullo.  
   
 


Una vez fijada la oruga empieza a realizar fuertes contracciones y dilataciones del tórax hasta que la piel de ésta se abre por el dorso y se va desprendiendo desde la cabeza hacia el abdomen. Tras esta muda de piel aparece la crisálida que, observada con detenimiento, deja entrever donde estará la cabeza, espiritrompa, alas y segmentos abdominales del que será el adulto. Las crisálidas al permanecer inmóviles serían muy sensibles a la depredación si no es porque sus colores y formas los suelen hacer pasar desapercibidas. La palabra crisálida viene del griego Krisos que significa dorado ya que algunas (especialmente los ninfálidos) presentan manchas de este color. La crisálida tiene una cutícula impermeable pero traslúcida que deja ver al animal los cambios del día y la noche para poder terminar la transformación en el momento preciso. Durante este periodo sólo se produce el intercambio de gases con el exterior a través de los estigmas respiratorios ya que la crisálida ni se alimenta ni excreta sustancias de desecho.

 
  Crisálida de la mariposa blanca del majuelo (Aporia crategi). Obsérvese que la propia oruga se ha sujetado por el centro mediante un cinturón de seda (cíngulo). Los colores dorados presentes en alguna crisálidas dieron lugar al propio nombre de crisálida, del griego krisos (dorado)

 
  Crisálida de la mariposa blanca del majuelo (Aporia crategi). Obsérvese que la propia oruga se ha sujetado por el centro mediante un cinturón de seda (cíngulo). Los colores dorados presentes en alguna crisálidas dieron lugar al propio nombre de crisálida, del griego krisos (dorado)  
   
 

Sin embargo, es durante esta etapa en la que se producen cambios tan asombrosos en el animal que lo convierten en un adulto con las funciones de reproducción como función principal. En la fase de pupa o crisálida los lepidópteros, dependiendo de la especie, pueden pasar desde poco más de un mes hasta años (un ejemplo patente son las pupas de la mariposa apolo (Parnassius apollo) que puede pasar más de un año en este estado o la de la mariposa zegrí (Zegris eupheme) que puede pasar hasta 4 años en fase de pupa hasta que las condiciones son las mejores para el adulto, produciendo años explosiones de esta mariposa, mientras que otros es difícil ver algún ejemplar).

 
 

Adulto de mariposa zegris o zegrí (Zegris eupheme), una mariposa cuya emergencia de imagos se muestra muy fluctuante de año en año, pudiendo pasar, si las condiciones no son las adecuadas, hasta 4 años en fase de crisálida o pupa.

 
  Adulto de mariposa zegris o zegrí (Zegris eupheme), una mariposa cuya emergencia de imagos se muestra muy fluctuante de año en año, pudiendo pasar, si las condiciones no son las adecuadas, hasta 4 años en fase de crisálida o pupa.
 
   
 

El adulto o imago

Es lo que entendemos por mariposa, es decir la fase adulta del lepidóptero en la que la principal función de este será reproducirse mientras intenta no ser depredado. Cuando ha terminado todas las transformaciones necesarias y las condiciones ambientales parecen las correctas, la mariposa dentro de su envoltura (crisálida) empieza a realizar fuertes contracciones trayendo líquido principalmente a la cabeza y el tórax, pues será por ahí por donde rompa la cutícula de la crisálida. Estas contracciones ayudan a concentrar el líquido corporal en dicha zona ayudado por al aire que toma por los estigmas respiratorios. Una vez rota la cutícula de la crisálida, la mariposa saca la cabeza, el tórax y las patas y abandona la crisálida, sujetándose con las patas en el tallo de la planta o en la propia crisálida con las alas bocabajo (para facilitar el llenado de las alas por la hemolinfa) para, a continuación, empezar a realizar el bombeo de hemolinfa hacia las alas y el abdomen.

 
  Mariposa apolo (Parnassius apollo) bombeando hemolinfa hacia sus alas a fin de completar totalmente la metamorfosis y estirar completamente sus alas, en las primeras horas de la mañana en una zona de alta montaña de los montes de Valsaín.

 
  Mariposa apolo (Parnassius apollo) bombeando hemolinfa hacia sus alas a fin de completar totalmente la metamorfosis y estirar completamente sus alas, en las primeras horas de la mañana en una zona de alta montaña de los montes de Valsaín.  
   
 

Así al llenarse las alas se van desplegando mientras que por la parte final del abdomen, la mariposa expulsa el meconio (sustancia marrón o rosada procedente de la acumulación de excrementos en sus intestinos durante el proceso de pupado). Además la espiritrompa se une y se enrolla por debajo de la cabeza. Una vez que las alas se secan y se endurecen la mariposa está lista para hacer su primer vuelo. La eclosión del adulto suele darse en las primeras horas de la mañana, y si, en el proceso, se produce algún problema para abandonar la crisálida o las condiciones metereológicas cambian fuertemente se pueden producir malformaciones en las mariposas que pueden conducir a problemas de vuelo o incluso a la muerte.

 
  Hembra de mariposa loba (Maniola jurtina) , con un defecto en su ala posterior, visible en la imagen, que no aparece completamente desplegada. Esto, aunque no le impedía el vuelo, sí que le dificultaba realizarlo con normalidad.

 
  Hembra de mariposa loba (Maniola jurtina) , con un defecto en su ala posterior, visible en la imagen, que no aparece completamente desplegada. Esto, aunque no le impedía el vuelo, sí que le dificultaba realizarlo con normalidad.  
   
 

Los períodos de vuelo son distintos entre las especies e incluso cambian entre especies dependiendo de las condiciones de la zona donde se produzca, generalmente están asociadas a los períodos de desarrollo óptimo de sus plantas nutricias pudiéndose así producir una sola generación anual, si las plantas rápidamente se secan o mueren o varias generaciones si estas están en buen estado durante la mayor parte del año. Los machos suelen salir antes y en mayor número para así favorecer el hecho de que las hembras puedan ver fecundados su huevos con mayor facilidad. Durante el periodo de imago los machos intentarán aparearse con el mayor número de hembras y el mayor número de veces, mientras que muchas hembras sólo lo harán una sola vez en su vida.

 
 

La mariposa morena común o morena (Aricia cramera), mantiene en la sierra de Guadarrama entre dos y tres generaciones al año (bivoltina o trivoltina).

 
 

La mariposa morena común o morena (Aricia cramera), mantiene en la sierra de Guadarrama entre dos y tres generaciones al año (bivoltina o trivoltina).

 
   
 

Durante el período adulto de las mariposas estas se alimentan frecuentemente de néctar que es una sustancia fuertemente azucarada pero sin proteínas ni grasas por lo que la energía proporcionada dura muy poco y por eso, las mariposas suelen libar constantemente de las flores, para poder desarrollar sus funciones de vuelo activo en busca de hembras, defensa de territorios en el caso de los machos, cortejo, desarrollo de huevos y puesta en el caso de las hembras, etc.

 
  Mariposa doncella didima o tímida (Melitaea didyma) libando néctar de una compuesta amarilla.

 
  Mariposa doncella didima o tímida (Melitaea didyma) libando néctar de una compuesta amarilla.  
   
 

La presencia de imagos, de mariposas adultas en un territorio va a estar fuertemente ligado a la presencia de plantas nutricias, ya que las orugas se desarrollaran y se alimentarán en ellas, mientras que las especies polífagas pueden ir aumentando los territorios o colonizando otros. Los colores de las flores presentan atracción para unas especies u otras de imagos, puesto que algunas mariposas se sienten atraídas para libar por las flores amarillas (Dientes de león Taraxacum sp. atraen a Tomares ballus, otras compuestas amarillas atraen a Aglais urticae, algunos piéridos y melanargias por las flores de los jasiones y otras moradas o violetas, etc).

 
  Espectacular bebedero de licénidos y algún hespérido. Generalmente los puntos con agua en zonas muy secas, constituyen bebederos para estas mariposas que extraen del suelo el agua y las sales minerales que necesitan para sobrevivir. En la imagen se pueden ver al menos las siguientes especies, Glaucopsyche alexis, Polyommatus icarus, Polyommatus bellargus, Pseudophilotes panoptes, Plebejus argus, Cupido minimus, Spialia sertorius y Pyrgus sp.

 
  Espectacular bebedero de licénidos y algún hespérido. Generalmente los puntos con agua en zonas muy secas, constituyen bebederos para estas mariposas que extraen del suelo el agua y las sales minerales que necesitan para sobrevivir. En la imagen se pueden ver al menos las siguientes especies, Glaucopsyche alexis, Polyommatus icarus, Polyommatus bellargus, Pseudophilotes panoptes, Plebejus argus, Cupido minimus, Spialia sertorius y Pyrgus sp.  
   
 

Además las mariposas tienen que incluir en su dieta agua y sales minerales, por lo que no es raro ver a muchas especies (generalmente de hesperidos y licénidos) tener verdaderos bebederos comunales y algunas especies de ninfálidos o papilionidos bebiendo en solitario de charcos, arroyos, gotas de agua del rocío en las plantas, etc. Algunas mariposas también liban las savias de los árboles y otras sustancias fuertemente olorosas, como los excrementos de los mamíferos, el sudor, fruta podrida, etc, generalmente se trata de algunos ninfálidos.

 
  Mariposa olmera (Nymphalis polychloros) libando las sales minerales de un excremento de mamífero, posiblemente de un zorro.

 
  Mariposa olmera (Nymphalis polychloros) libando las sales minerales de un excremento de mamífero, posiblemente de un zorro.  
   
 


En los heteróceros existen algunas especies que no se alimentan en absoluto durante su vida adulta, como los Satúrnidos.

 
 

Espectacular ejemplar de mariposa nocturna gran pavón nocturno (Saturnia pyri), el lepidóptero más grande de Europa. Esta mariposa no se alimenta en su etapa de imago o adulto.

 
  Espectacular ejemplar de mariposa nocturna gran pavón nocturno (Saturnia pyri), el lepidóptero más grande de Europa. Esta mariposa no se alimenta en su etapa de imago o adulto. 
   
 

La capacidad de vuelo es también una cualidad exclusiva de los adultos de lepidópteros. Este vuelo les ayuda en su búsqueda de alimento, de plantas para ovopositar, de pareja, de nuevos territorios para colonizar y también a huir de sus depredadores. Este vuelo permite a algunas especies como las Vanessa atalanta, cardui, etc realizar auténticas migraciones y vuelos a gran velocidad, altura y potencia, mientras que otras mariposas apenas revolotean continuamente por las mismos áreas.

 
  Mariposa cardera (Vanessa cardui) , su vuelo potente le permite hacer migraciones, por lo que es una especie que puede verse prácticamente en cualquier ecosistema incluyendo la alta montaña.

 
  Mariposa cardera (Vanessa cardui), su vuelo potente le permite hacer migraciones, por lo que es una especie que puede verse prácticamente en cualquier ecosistema incluyendo la alta montaña.  
   
 

La velocidad en el vuelo depende en gran medida de la forma de las alas, así alas estrechas y alargadas proporcionan, generalmente vuelos rápidos, aunque también influyen la musculatura de las alas e incluso las reservas de alimento que tenga el individuo.
Muchas especies de lepidópteros tienen rutas continuas que recorren diariamente a modo de territorios. Otras especies defienden sus territorios (generalmente los machos de otros machos), haciendo rápidas persecuciones y vuelos entrelazados, hasta que consiguen expulsar al intruso, también los machos acosan a las hembras con la intención de aparearse.
Muchos de estos comportamientos de defensa del territorio tienen lugar de manera interespecifíca, esto es, entre distintas especies. Y también se da un comportamiento curioso entre algunos papilionidos y ninfálidos principalmente, que los anglosajones denominan Hilltoping que consiste en defender las partes más altas de promontorios o pequeñas altiplanicies, por parte de los ejemplares con mejores condiciones físicas.

 

Macho de mariposa chupaleches (Iphiclides fesithameli), realizando hilltoping. En algunas zonas de la Sierra se pueden ver concentraciones de individuos en zonas altas de media y baja montaña luchando por las mejores posiciones (las más altas), persiguiéndose en vuelos alocados, en lo que se denomina hilltoping.

 
  Macho de mariposa chupaleches (Iphiclides fesithameli), realizando hilltoping. En algunas zonas de la Sierra se pueden ver concentraciones de individuos en zonas altas de media y baja montaña luchando por las mejores posiciones (las más altas), persiguiéndose en vuelos alocados, en lo que se denomina hilltoping. 
   
 

Los machos suelen localizar y esperar la eclosión de las hembras para aparearse con ellas en cuanto asoman fuera de sus crisálidas. La mayoría de las veces las localizan por su olfato y vista. Generalmente cuando se van a aparear las hembras se muestran inmóviles (muchas veces levantando el abdomen) y otras veces agita sus alas para llenar el aire con sus feromonas. El macho se aproxima y suele rozarle con su cuerpo y alas, hasta que la hembra si está receptiva abrirá sus alas y accederá a la cópula. Durante el apareamiento los dos ejemplares miran en sentidos contrarios y permanecen unidos durante varios minutos posados en alguna planta, roca o en el suelo, aunque pueden volar (la hembra más grande es la que lleva al macho) si son molestados. Muchas especies tienen sus propios vuelos y persecuciones de cortejo.

 
  Macho y hembra de mariposa pedregosa (Lassiommata megera) copulando. Durante la copula los ejemplares se encuentran enfrentados, si son molestados lo más posible es que la hembra levante al macho en vuelo y permanezcan en la misma posición mientras escapan volando con el aleteo de ésta.

 
  Macho y hembra de mariposa pedregosa (Lassiommata megera) copulando. Durante la copula los ejemplares se encuentran enfrentados, si son molestados lo más posible es que la hembra levante al macho en vuelo y permanezcan en la misma posición mientras escapan volando con el aleteo de ésta.  
   
 


Las mariposas adultas también tienen muchos depredadores y tanto el vuelo, como otros métodos, que podríamos llamar pasivos, son utilizados para intentar evitar la depredación.
Así algunos papilionidos y ninfalidos, tienen coloraciones de advertencia que advierten de una posible toxicidad o mal sabor (aposematismo).

 
  Mariposa arlequín (Zerynthia rumina), sus colores rojos y negros son una auténtica bandera que en la naturaleza simboliza el peligro (aposematismo). Con esta coloración la mariposa puede advertir de la presencia de alacaloides tóxicos derivados de la alimentación como oruga y que mantiene en su cuerpo durante su ciclo como adulto.

 
  Mariposa arlequín (Zerynthia rumina), sus colores rojos y negros son una auténtica bandera que en la naturaleza simboliza el peligro (aposematismo). Con esta coloración la mariposa puede advertir de la presencia de alcaloides tóxicos derivados de la alimentación como oruga y que mantiene en su cuerpo durante su ciclo como adulto.  
   
 

Otros presentan coloraciones miméticas para pasar desapercibidos cuando cierran las alas y mimetizarse con el terreno (muchos satyrinos) , con los troncos de los arboles (algunos ninfálidos), formas que simulan hojas, como Polygonia c-album, Libythea celtis o Gonepteryx sp.

 
  La forma de la alas de esta mariposa cleopatra (Gonepteryx cleopatra), simulan las de una hoja, pasando desapercibida cuando pliega sus alas y se mantiene en un árbol o arbusto simulando ser una hoja más. Técnica que le libra de ser depredada en numerosas ocasiones.

 
  La forma de la alas de esta mariposa cleopatra (Gonepteryx cleopatra), simulan las de una hoja, pasando desapercibida cuando pliega sus alas y se mantiene en un árbol o arbusto simulando ser una hoja más. Técnica que le libra de ser depredada en numerosas ocasiones.  
   
 

Algunas especies tienen ocelos en las alas posteriores (sobre todo) para imitar los ojos de algunos animales. Algunas especies combinan ambos métodos siendo muy vistosas o con bonitos ocelos en su anverso y muy miméticas cuando cierran sus alas y sólo muestras el reverso.

 
 

Se piensa que los ocelos en las alas posteriores y el diseño en forma de pico o boca de estas, de esta mariposa tornasolada mayor(Apatura iris), verdadera joya entomológica de los montes de Valsaín y por ende de la sierra de Guadarrama, pudieran servir de distracción o intimidación para posibles depredadores.

 
  Se piensa que los ocelos en las alas posteriores y el diseño en forma de pico o boca de estas, de esta mariposa tornasolada mayor (Apatura iris), verdadera joya entomológica de los montes de Valsaín y por ende de la sierra de Guadarrama, pudieran servir de distracción o intimidación para posibles depredadores. 
   
 

No obstante los lepidópteros son depredados en su fase adulto o imago como en su formas larvarias (orugas) por multitud de seres vivos.

 
  Las aves insectívoras incorporan a la dieta de sus jóvenes polluelos infinidad de orugas de mariposas y polillas, así como algunos ejemplares adultos. En la imagen esta hembra de colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) alimenta a uno de sus polluelos con una oruga de lepidóptero en un viejo molino abandonado del pie de monte de la sierra de Guadarrama.

 
  Las aves insectívoras incorporan a la dieta de sus jóvenes polluelos infinidad de orugas de mariposas y polillas, así como algunos ejemplares adultos. En la imagen esta hembra de colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) alimenta a uno de sus polluelos con una oruga de lepidóptero en un viejo molino abandonado del pie de monte de la sierra de Guadarrama.  
   
 

Las aves insectíivoras que depredan sobre orugas, mariposas y polillas.

 
  Los asílidos o moscas asesinas, son unos dípteros cazadores que depredan con frecuencia sobre lepidópteros diurnos y nocturnos. En la imagen este asílido está bebiendo los jugos de la mariposa blanquita de la col (Pieris rapae) a la que acaba de dar caza.

 
  Los asílidos o moscas asesinas, son unos dípteros cazadores que depredan con frecuencia sobre lepidópteros diurnos y nocturnos. En la imagen este asílido está bebiendo los jugos de la mariposa blanquita de la col (Pieris rapae) a la que acaba de dar caza.  
   
 

También lo hacen los reptiles, los anfibios, los murciélagos, algunos pequeños mamíferos insectívoros.

 
  Los esfécidos son avispas (himenópteros), generalmente solitarios, que predan sobre orugas de lepidópteros o arañas. El esfécido de la foto (posiblemente del género Podalonia) ha inyectado en esta oruga su potente veneno a través de su aguijón y la ha dejado paralizada. En el momento de la foto estaba arrastrando a la oruga hasta el nido (agujero excavado por ella misma una vez capturada la oruga) que había realizado en el suelo ayudándose de sus fuertes mandíbulas. En dicho nido introducirá la oruga y pondrá los huevos sobre ella, tapando la entrada del agujero de nuevo para que, cuando nazcan sus larvas, se alimenten de la oruga paralizada en una práctica, a nuestros ojos muy cruel, pero habitual en la Naturaleza.

 
  Los esfécidos son avispas (himenópteros), generalmente solitarios, que predan sobre orugas de lepidópteros o arañas. El esfécido de la foto (posiblemente del género Podalonia) ha inyectado en esta oruga su potente veneno a través de su aguijón y la ha dejado paralizada. En el momento de la foto estaba arrastrando a la oruga hasta el nido (agujero excavado por ella misma una vez capturada la oruga) que había realizado en el suelo ayudándose de sus fuertes mandíbulas. En dicho nido introducirá la oruga y pondrá los huevos sobre ella, tapando la entrada del agujero de nuevo para que, cuando nazcan sus larvas, se alimenten de la oruga paralizada en una práctica, a nuestros ojos muy cruel, pero habitual en la Naturaleza.  
   
 

Pero sobre todo numerosos insectos, como los mantoideos (mantis), los odonatos (libélulas), dípteros, especialmente asílidos (moscas cazadoras), coleópteros (como carábidos, estafilínidos, etc), algunos himenópteros (avispas cazadoras de orugas, hormigas, etc...) y con gran eficacia algunos arácnidos como las arañas cangrejo o tomísidos (Thomisidae).

 
  Las arañas cangrejo (Thomisidae), son probablemente los arácnidos mejor preparados para la caza de lepidópteros pues los esperan camuflados entre las flores y aprovechan con gran rapidez el momento en el que las mariposa está libando para clavarla su veneno. Como en el caso de esta araña cangrejo que está consumiendo su presa, una mariposa erebia acodada o montañesa vacilante (Erebia triaria) a la que acaba de dar caza, camuflada en la flor del cardo.

 
  Las arañas cangrejo (Thomisidae), son probablemente los arácnidos mejor preparados para la caza de lepidópteros pues los esperan camuflados entre las flores y aprovechan con gran rapidez el momento en el que las mariposa está libando para inyectarle su veneno. Como en el caso de esta araña cangrejo que está consumiendo su presa, una mariposa erebia acodada o montañesa vacilante (Erebia triaria) a la que acaba de dar caza, camuflada en la flor del cardo.  
   
  Además de la depredación directa hay numerosas especies parásitas de los lepidópteros generalmente en la fase larvaria y de crisálida.

 
 

Oruga de piquitos del marrubio o piquitos (Carcharodus boeticus) siendo víctima del parasitoide (Cotesia glabrata), una pequeña avispa ichneumónida que deposita los huevos sobre la oruga y cuyas larvas irán poco a poco comiéndosela mientras esta permanece viva hasta finalmente acabar con su vida ya muy cercana a la metamorfosis de las larvas de avispa.

 
  Oruga de piquitos del marrubio o piquitos (Carcharodus boeticus) siendo víctima del parasitoide (Cotesia glabrata), una pequeña avispa ichneumónida que deposita los huevos sobre la oruga y cuyas larvas irán poco a poco comiéndosela mientras esta permanece viva hasta finalmente acabar con su vida ya muy cercana a la metamorfosis de las larvas de avispa. 
   
 

La conservación de los mariposas

Parece un hecho ya constatado que, al menos en Europa, se ha producido un declive importante en las poblaciones de lepidópteros, que no ha sido ajeno a nuestro País. Las grandes poblaciones que algunos conocimos de niños de muchos de estos bonitos insectos se han reducido alarmantemente en los últimos 30 años, tal es así, que en febrero de 2016 la ONU pedía medidas urgentes para frenar la desaparición de los polinizadores, entre ellos las mariposas, imprescindibles para la vida tal y como la conocemos.

Las mariposas como animales muy sensibles a los cambios que está produciendo el ser humano, son tanto, en su conjunto, como a nivel individual en algunos casos, unos bioindicadores muy importantes para evaluar la salud de un ecosistema. El descenso en el conjunto de las poblaciones, y la casi desaparición de algunas especies antaño más abundantes, constatan el daño que estamos realizando los seres humanos al Planeta y a los seres que lo habitan, empezando por un grave daño a nosotros mismos. Aunque la mayoría de los expertos se muestran aún optimistas en cuanto a la posibilidad de revertir estos procesos, nos alertan para actuar lo antes posible.

 
  La sierra de Guadarrama, por su carácter de montaña mediterránea atesora especies con óptimo norteño que tienen aquí el final de su distribución. La alta presión turística a la que está sometida puede ayudar a que amenazas más importantes como son la pérdida de hábitats o el cambio climático acaben comprometiendo algunas especies de mariposas especialmente vulnerables.

 
  La sierra de Guadarrama, por su carácter de montaña mediterránea atesora especies con óptimo norteño que tienen aquí el final de su distribución. La alta presión turística a la que está sometida puede ayudar a que amenazas más importantes como son la pérdida de hábitats o el cambio climático acaben comprometiendo algunas especies de mariposas especialmente vulnerables.  
   
 

Pero pasemos a evaluar cuales son las principales amenazas que tienen las mariposas (la mayoría comunes con otros animales y plantas):

En primer lugar y como factor principal de amenaza, deberíamos hablar de la pérdida del hábitat: En los últimos 50 años se están produciendo cambios muy sustanciales de modificación de nuestros paisajes, y en particular en la sierra de Guadarrama como son la construcción de grandes infraestructuras, como autopistas, carreteras, etc, la increíble urbanización del pie de monte y en algunos casos de los puertos de montaña, las repoblaciones forestales, los cambios del uso de suelo agrícola y la concentración parcelaria, que han creado grandes extensiones de monocultivos bien sea de pinos, de trigo, de cebada, etc, el aumento del regadío, la apertura de pistas en parajes de montaña, el abandono de cultivos tradicionales, lo incontrolado del uso ganadero de algunas zonas sin tener en cuenta la carga máxima que soporta el ecosistema y el abandono de otras zonas, la mal llamada "limpieza de los ríos" consistente en eliminar la vegetación de ribera, tan importante para las mariposas, que como un mantra pide de manera generaliza la población desinformada, aludiendo a posibles problemas de inundaciones, cuando los científicos demuestran lo contrario en multitud de informes, los incendios forestales provocados, que arrasan en pocas horas y días, con fauna y flora de indudable valor, etc. Todo esto ha desembocado en un paisaje serrano muy diferente al que conocieron nuestros antepasados y que, en general, no está sentando bien a la mayoría de las especies más emblemáticas y menos generalistas.

 
  	La pérdida de hábitat es posiblemente la amenaza más grande que se ha presentado en los últimos 50 años a los ecosistemas de montaña, la acumulación de infraestructuras, que separa poblaciones y destruye áreas antes bien conservadas, es una amenaza real para la flora y fauna de la sierra de Guadarrama y, posiblemente, la causante de las mayores pérdidas en poblaciones de especies silvestres, incluidas las mariposas.

 
  La pérdida de hábitat es posiblemente la amenaza más grande que se ha presentado en los últimos 50 años a los ecosistemas de montaña, la acumulación de infraestructuras, que separa poblaciones y destruye áreas antes bien conservadas, es una amenaza real para la flora y fauna de la sierra de Guadarrama y, posiblemente, la causante de las mayores pérdidas en poblaciones de especies silvestres, incluidas las mariposas.  
   
 

Otro de los factores fundamentales que está amenazando las poblaciones de mariposas, viene derivado del uso y abuso de pesticidas e insecticidas. Por regla general, se abusa de los pesticidas de amplio espectro, en muchas ocasiones como medida preventiva sin tener claro si existe o no una amenaza real para los cultivos o cuál es exactamente la plaga que se produce y si existiría otra manera de combatirla. Además, los pesticidas se acumulan en el terreno durante años, no habiéndose demostrado que su exposición prolongada no sea además perjudicial para el ser humano.

Otra de las amenazas que están sufriendo las mariposas es la contaminación ambiental, ya sea en forma de gases tóxicos a la atmósfera, de contaminación de las aguas, ríos y acuíferos, de la lluvia ácida, etc, ponen en peligro a multitud de seres vivos, las mariposas por su alta sensibilidad a la contaminación están siendo muy afectadas por esta causa, pero animales, aparentemente menos sensibles como las aves, en especial, la vinculadas con hábitats urbanos, también están poniendo de manifiesto en sus poblaciones el efecto negativo de la contaminación ambiental en la vida de los seres.

 
  Mariposa ocelada uniforme o castaño morena (Coenonympha glycerion), se trata de una mariposa que mantiene pequeñas poblaciones en enclaves higroturbosos bien conservados a lo largo de la sierra de Guadarrama, aunque también se la puede encontrar en algunos puntos del interior. Es un magnífico bioindicador medioambiental y una de las mariposas que más pueden sufrir en la montaña mediterránea ante el cambio climático.

 
  Mariposa ocelada uniforme o castaño morena (Coenonympha glycerion), se trata de una mariposa que mantiene pequeñas poblaciones en enclaves higroturbosos bien conservados a lo largo de la sierra de Guadarrama, aunque también se la puede encontrar en algunos puntos del interior. Es un magnífico bioindicador medioambiental y una de las mariposas que más pueden sufrir en la montaña mediterránea ante el cambio climático.  
   
 

Otra amenaza muy importante, es el cambio climático. El calentamiento global ya está poniendo en jaque a varias especies de mariposas en el Reino Unido y las previsiones que se hacen para la península ibérica son bastante demoledoras y que pueden ser la puntilla en nuestra Sierra, para algunas de nuestras especies de óptimo más norteño como Nymphalis antiopa, Apatura iris o Hamearis lucina o aquellas más montañeras como la Parnassius apollo, entre otras muchas. También afecta en gran medida a algunas de las plantas nutricias de algunas especies. Si el ser humano, como parece, es el causante de esta aceleración en el calentamiento de la atmósfera, necesitaríamos ponerle remedio lo antes posible, antes de que la situación sea irreversible.

 
  Los lepidópteros forman una parte importante de la cadena alimentaria siendo presas de multitud de animales, entre ellos este asílido o mosca asesina que acaba de capturar una mariposa nocturna.

 
  Los lepidópteros forman una parte importante de la cadena alimentaria siendo presas de multitud de animales, entre ellos este asílido o mosca asesina que acaba de capturar una mariposa nocturna.  
   
 

Existen otras muchos factores que amenazan a las mariposas, son factores más pequeños pero que en conjunto suponen el deterioro o incluso la desaparición de poblaciones locales de lepidópteros, así la contaminación lumínica que descoloca y altera fuera de sus medios a las mariposas nocturnas, los atropellos en las carreteras, la recolección de imagos de especies emblemáticas por parte de entomólogos para completar sus colecciones personales, las pruebas multitudinarias deportivas en zonas de montaña, que arrasan vegetación sensible y pueden suponer el atropello o pisoteo de numerosas plantas y orugas y la compactación y erosión de los suelos, el turismo descontrolado, especialmente fuerte desde la declaración de Parque Nacional, etc, todo esto acompañado de la falta de protección legal de la mayoría de especies interesantes de estas mariposas, pueden suponer sin duda una merma en pequeños núcleos poblacionales.

 
  Ejemplar de sesia de la frambuesa (Pyropteron chrysidiformis), bello sésido (polillas diurnas de difícil clasificación). Generalmente pasan muy desapercibidos para el ojo humano y presentan un parecido a algunos himenópteros, en lo que los biólogos llaman mimetismo batesiano, que consiste en parecerse a un animal o un grupo de ellos que resulta peligroso o desagradable para los depredadores (por producir picaduras, tener veneno, sabor desagradable, etc). Así las especies totalmente inofensivas como este precioso lepidóptero al parecerse a un abeja por sus colores y su vuelo confunden a los depredadores que los respetan al igual que a las avispas a las que se asemejan.

 
  Ejemplar de sesia de la frambuesa (Pyropteron chrysidiformis), bello sésido (polillas diurnas de difícil clasificación). Generalmente pasan muy desapercibidos para el ojo humano y presentan un parecido a algunos himenópteros, en lo que los biólogos llaman mimetismo batesiano, que consiste en parecerse a un animal o un grupo de ellos que resulta peligroso o desagradable para los depredadores (por producir picaduras, tener veneno, sabor desagradable, etc). Así las especies totalmente inofensivas como este precioso lepidóptero al parecerse a un abeja por sus colores y su vuelo confunden a los depredadores que los respetan al igual que a las avispas a las que se asemejan.  
   
 

Las mariposas son realmente importantes en los ecosistemas, principalmente por intervenir activamente en la cadena trófica al ser el alimento de muchas especies de animales (aves, insectos, reptiles, anfibios, pequeños mamíferos, arácnidos, etc), también por ser, quizá después de los himenópteros, el segundo orden de insectos más importante en la polinización de las plantas, por ser, como ya hemos dicho, unos excelentes bioindicadores de la salud de los ecosistemas y por último por contribuir a la biodiversidad y ser la alegría, el movimiento y el color de nuestros campos. Por todas estas razones debemos conservar a estos increíbles insectos.

 
     
 

Hembra de la mariposa nocturna reina de la sierra de Guadarrama (Actias (=Graellsia) isabelae), la mariposa isabelina, encontrarse con un ejemplar de esta especie no es tarea fácil, pero cuando se tiene esa suerte, no puede uno, por menos que admirar su increíble belleza y si tiene suerte retratarla para la posteridad. Ejemplar fotografiado en los montes de Valsaín donde mantiene una nutrida población.

 
  Hembra de la mariposa nocturna reina de la sierra de Guadarrama (Actias (=Graellsia) isabelae), la mariposa isabelina, encontrarse con un ejemplar de esta especie no es tarea fácil, pero cuando se tiene esa suerte, no puede uno, por menos que admirar su increíble belleza y si tiene suerte retratarla para la posteridad. Ejemplar fotografiado en los montes de Valsaín donde mantiene una nutrida población. 
   
 

 

Listado Mariposas de la sierra de Guadarrama

(En el siguiente listado la mayoría de las especies contienen enlaces a su descripción, en caso de que la mariposa esté presente en Valsaín, o a sus fotografías en caso de que la especie esté presente en la sierra de Guadarrama o, aunque no la hayamos encontrado, albergamos la duda de que aparezca alguna colonia estable)

 Especies Presencia real y estable en Guadarrama Número real especies presentes en la Sierra Observaciones Sierra Guadarrama

Familia Papilionidae

     
Parnassius apollo S 1 Empieza a aparecer a buena altitud en la Sierra (si lo comparamos con registros antiguos donde se localizaba a 1200 msnm). Desaparecida de las Sierra de Quintanar, Siete Picos y Montón de Trigo, tampoco aparece en la zona de Navafría.
Zerynthia rumina S 2 Común en el pie de monte serrano en diversos ecosistemas
Papilio machaon S 3 Sólo presente en el piedemonte hasta los 1400 msnm. Común aunque en bajos números, se hace más frecuente en las zonas calizas de la región
Iphiclides feisthamelii S 4 Común en la sierra de Guadarrama hemos visto individuos a veces por encima de los 1800 msnm. Es una de las especies habituales de cerros y promontorios donde hace hilltoping




Familia Hesperiidae

     
Erynnis tages S 5 En la zona de la Sierra es muy escasa, se localiza en la zona caliza de los alrededores de la capital segoviana y algún otro núcleo calizo serrano
Carcharodus alceae S 6 Bien distribuida aunque nunca presenta grandes poblaciones a lo largo del pie de monte serrano
Carcharodus baeticus S 7 No muy frecuente en zonas abiertas y nitrogenadas de la Sierra donde crece su planta nutricia
Carcharodus flocciferus ??
No hay ninguna cita reciente, creemos que las citas antiguas de San Ildefonso o Cercedilla de esta especie pudieran ser errores (confusiones con C. alceae) o bien que hubiera desaparecido a tenor de la ausencia de citas recientes
Carcharodus lavatherae S 8 Tremendamente escasa en la sierra de Guadarrama donde apenas contamos con unas pocas citas en zonas calizas, como por ejemplo en Otero de Herreros
Spialia sertorius S 9 Común en el pie de monte serrano, bien distribuida por prados húmedos de la Sierra
Spialia rosae S 10 De estatus desconocido, pues acaba de ser descubierta. La conocemos en los altos de Navafría
Muschampia (=Sloperia) proto S 11 Distribuida por las zonas calizas de la Sierra en donde puede tener algunas colonias numerosas en el pie de monte, prácticamente ausente en el resto de áreas
Pyrgus alveus S 12 Muy poco frecuente, además de que no puede ser identificado de visu por lo que sólo cuentan las capturas en las que se practicó genética o análisis de genitalia, pero las pocas citas pertenecen a prados y claros de bosque en ambiente serrano
Pyrgus armoricanus S 13 Muy poco frecuente, además no se puede reconocer de visu lo que hace más difícil su prospección, está citada en la sierra de Guadarrama en enclaves dispersos siempre en pocos números
Pyrgus carthami S 14 Muy escasa en la sierra de Guadarrama con apenas un par de colonias conocidas en la vertiente Segoviana
Pyrgus cinarae S 15 Muy escasa y localizada, encontrada por el entomólogo Juan Carlos Vicente supuso una novedad para la entomofauna segoviana y abulense. Sólo ha sido hallada en el extremo oeste. Pudieran aparecer nuevas poblaciones
Pyrgus cirsii S 16 En las zonas calizas serranas aparecen colonias donde es moderadamente abundante
Pyrgus malvoides S 17 El pyrgus más común en la sierra de Guadarrama, tenemos observaciones por encima de los 2000 msnsm
Pyrgus onopordi S 18 Localizada, habita especialmente las zonas calizas serranas, sin llegar a ser nunca abundante
Pyrgus serratulae S 19 Localizada en colonias dispersas pero bien distribuidas, es abundante en algunos prados serranos
Thymelicus acteon S 20 La Thymelicus menos frecuente aparece en zonas calizas, secas y soleadas a menudo con un arroyo cercano
Thymelicus lineola S 21 Poco frecuente más relacionada con zonas calizas, en prados encharcados y riberas de arroyos
Thymelicus sylvestris S 22 Común en multitud de ecosistemas de la Sierra, especialmente en prados húmedos y riberas de arroyos
Hesperia comma S 23 Común en zonas despejadas y soleadas sube por encima de los 2000 msnm
Ochlodes sylvanus S 24 Común en zonas frescas y boscosas de la Sierra




Familia Pieridae

     
Leptidea sinapis S 25 Bien distribuida por el pie de monte, aunque no muy frecuente
Leptidea Reali S 26 Poblaciones desconocidas, en estudio, de momento sólo encontrada por Juan Carlos Vicente en la zona central del Guadarrama segoviano
Gonepteryx cleopatra S 27 Poco frecuente en la sierra de Guadarrama aparece más frecuente en las áreas calizas
Gonepteryx rhamni S 28 Muy común en prados, arroyos, ríos y claros de bosque de la media y baja montaña de la Sierra
Colias alfacariensis S 29 Poco frecuente, más frecuente en la áreas calizas, aparece con ejemplares aislados en puertos de montaña lo que parece evidenciar un posible carácter divagante de algunos de sus ejemplares
Colias (=croceus) crocea S 30 Muy común en cualquier ecosistema llegando a la alta montaña guadarrámica
Anthocharis cardamines S 31 Muy común en arroyos, claros de bosque, prados, turberas y cunetas en ambiente de media y baja montaña
Anthocharis euphenoides S 32 No muy común, se relaciona con arroyos y prados floridos del pie de monte serrano
Euchloe crameri S 33 Muy común sobre todo en las zonas más mediterráneas
Euchloe tagis ??
Sólo citada por Pablo Pereira, creemos que pudiera ser una confusión ya que no existe ninguna cita más en la sierra de Guadarrama ni en sus cercanías
Aporia crataegi S 34 Muy común en variados ecosistemas de la Sierra
Pieris brassicae S 35 Común, con explosiones algunos años. Muy migrante por lo que aparece casi en cualquier sitio
Pieris napi S 36 Muy común en variados ecosistemas serranos
Pieris rapae S 37 Muy común ocupa multitud de ecosistemas de la Sierra
Pontia daplidice S 38 Muy común, aparece en alta montaña también lo que evidenciaría cierto carácter migrante
Zegris eupheme S 39 Explosiones algunos años con primaveras secas y calurosas. Generalmente no es muy común, aparece en terrenos del pie de monte cercanos a campos de cultivo o eriales, principalmente en zonas calizas




Familia Riodinidae

     
Hamearis lucina S 40 Poco común, robledales bien conservados de los dos lados de la Sierra, pasa muy desapercibida debido a su temprano y corto periodo de vuelo pudiera presentarse en otras zonas serranas con presencia de prímulas








Familia Lycaenidae

     
Lycaena alciphron S 41 Común, llegando a las zonas de alta montaña
Lycaena bleusei S 42 Bien distribuida por el pie de monte, aunque nunca con grandes poblaciones
Lycaena phlaeas S 43 Muy común en multitud de ecosistemas serranos incluida la alta montaña
Lycaena virgaureae S 44 Común en zonas boscosas, llega hasta la alta montaña
Favonius quercus S 45 Aunque pasa desapercibida por sus costumbres vespertinas y arborícolas no es rara en los encinares y robledales serranos
Laeosopis roboris S 46 Común en sotos y algunas riberas de arroyos y ríos del pie de monte serrano
Tomares ballus S 47 Común en tomillares del pie de monte, principalmente en su extremo oeste, pasa desapercibida por su corto y temprano periodo de vuelo, ausente en el este de la región
Callophrys rubi S 48 Común en el pie de monte, especialmente en los jarales y encinares
Callophrys avis ??
Solo hay una cita muy extraña en Miraflores, creemos que no existen colonias estables
Satyrium acaciae S 49 La menos común de los Satyrium, posee pequeñas colonias distribuidas por algunos endrinales del pie de monte serrano
Satyrium esculi S 50 Común en los encinares del pie de monte serrano
Satyrium ilicis S 51 No muy frecuente, está presente en los robledales bien conservados de la Sierra
Satyrium spini S 52 Común en el pie de monte serrano
Lampides boeticus S 53 Bien distribuida, sus poblaciones llegan hasta la alta montaña
Cacyreus marshalli S 54 Asociada a los geranios de las viviendas, donde suele ser una especie muy frecuente debido al alto grado de infestación de dichas plantas
Leptotes pirithous S 55 Bien distribuida aunque en números no muy elevados, llega hasta las zonas de alta montaña
Zizeeria knysna ??
Creemos que no es una especie que posea colonias estables en la Sierra, los escasos individuos avistados parecen más ejemplares divagantes
Cupido minimus S 56 Especie poco común, asociada más a los medios calizos donde aparece con más frecuencia
Cupido osiris S 57 Mariposa rarísima en la sierra de Guadarrama donde solo tenemos constancia de citas en la zona caliza del Valle del Paular (Alameda del Valle) que deberían volverse a confirmar
Celastrina argiolus S 58 Muy común, especialmente en riberas de arroyos y ríos y otras zonas boscosas con presencia de zarzas
Pseudophilotes panoptes S 59 Bien distribuida por el pie de monte, presenta colonias numerosas en algunos puntos de la Sierra
Glaucopsyche alexis S 60 Común en la sierra de Guadarrama aunque en números no muy abundantes
Glaucopsyche melanops S 61 Mariposa poco frecuente en la sierra de Guadarrama, con pequeñas colonias con preferencia en zonas calizas. Más común en la zona madrileña
Phengaris nausithous S 62 Mariposa muy escasa con sólo dos colonias conocidas, una muy pequeña en la cara segoviana y una algo más extendida en el Valle del Paular
Cyaniris semiargus S 63 Bien distribuida por el pie de monte y zonas despejadas de los robledales, pero no muy numerosa
Polyommatus icarus S 64 Muy común, alcanza zonas por encima de los 2000 msnm
Polyommatus dorylas S 65 Poco común en el pie de monte en zonas calizas
Polyommatus nivescens ??

Mariposa con algunas citas en la sierra de Guadarrama, El Espinar, Riofrío, San Lorenzo de El Escorial, Navacerrada, Manzanares, creemos que se trata de una mariposa propia de zonas calizas y bajas y por tanto las citas en el alto Guadarrama silíceo no tendrían mucho sentido, aunque su planta nutricia si aparece escasa en zonas de gneis y granito. De ser ciertas creemos que pudiera haber desaparecido ya. No es una
mariposa de alta ni media montaña como dice la Comunidad de Madrid. No obstante es una mariposa protegida de la que no hay citas en tiempos recientes. Más frecuente en el este de la península habría que buscarla en las zonas calizas del este serrano

Polyommatus thersites S 66 Rara, de zonas calizas, aparece muy escasa en la zona este de la Sierra, más citada en la cara sur del Guadarrama se presta a confusión con Polyommatus icarus por lo que su distribución debería ser reconsiderada
Polyommatus fabressei ??
Sólo citada una vez y un solo ejemplar en la zona caliza
del Valle del Paular, debería ser confirmada. Nosotros no creemos que sea una mariposa presente en la sierra de Guadarrama
Polyommatus amandus S 67 Mariposa muy escasa con alguna colonia en el Valle del Paular
Polyommatus escheri S 68 Mariposa escasa con algunas colonias distribuidas por el pie de monte calizo de la Sierra
Polyommatus (=Lysandra) albicans S 69 Mariposa escasa con colonias dispersas, predominantemente en zonas calizas de la Sierra, citada también de antiguo en la zona de El Escorial
Polyommatus (=Lysandra) bellargus S 70 Mariposa común en las zonas calizas, la hemos visto en algunos puertos de montaña y otras áreas silíceas, pudiendo evidenciar la presencia de ciertos ejemplares divagantes
Aricia cramera S 71 Muy común en el pie de monte serrano
Aricia montensis S 72 Poco común con colonias en zonas más mediterráneas de la Sierra
Aricia morronensis S 73 Citada en El Espinar hace muchos años, ha vuelto a ser citada por Alfonso Robledo en la zona en su nuevo libro. Nosotros sólo la conocemos de la zona este caliza de la vertiente segoviana de la Sierra, donde si se encuentra su planta nutricia
Plebejus argus S 74 Bien distribuida con algunas colonias muy abundantes en los tomillares serranos y otros ecosistemas despejados
Plebejus idas S 75 Poco común en el oeste de la Sierra, tiene alguna población
En zonas de media y alta montaña, va aumentando las poblaciones hacia el este de la Sierra, siendo más frecuente a partir de Navafría




Familia Nymphalidae

     
Libythea celtis S 76 Mariposa muy escasa pero con citas repartidas por buena parte de la Sierra, la plantación de almeces como planta ornamental en parques y jardines puede beneficiar pequeñas poblaciones estables, aunque la mayoría de los individuos avistados podrían ser migrantes
Charaxes jasius ??
Mariposa con un puñado de citas en El Escorial, San Rafael,
etc, creemos que la importación de madroño (planta escasísima
al natural en la sierra de Guadarrama, tan sólo presente en la Pedriza) para jardines y parques podría traer algún ejemplar, pero no consideramos que haya poblaciones estables en la Sierra
Lasiommata maera S 77 Bien distribuida con algunas colonias muy numerosas, aunque generalmente no se presenta de manera muy abundante
Lasiommata megera S 78 Muy común en zonas soleadas, despejadas y, a menudo pedregosas de la Sierra
Pararge aegeria S 79 Muy común en ecosistemas riparios y zonas umbrosas de ríos y arroyos hasta los 1600 msnsm
Coenonympha arcania S 80 Común en zonas boscosas de media montaña
Coenonympha dorus S 81 Muy escasa, no la conocemos en el Guadarrama segoviano y está citada en el madrileño en pequeñas colonias
Coenonympha glycerion S 82 Escasa aunque bien distribuida, presenta colonias dispersas y poco numerosas en zonas higroturbosas de la Sierra. Especie muy interesante por ser un buen bioindicador de la salud ambiental de los ecosistemas donde habita
Coenonympha pamphilus S 83 Muy común en variados ecosistemas serranos principalmente del pie de monte
Maniola jurtina S 84 Muy común en multitud de ecosistemas serranos sin alcanzar la alta montaña
Pyronia bathseba S 85 Común en las zonas más mediterráneas del pie de monte. Escasa o ausente en la media y alta montaña
Pyronia cecilia S 86 Muy escasa, colonias en zonas secas y soleadas de los encinares y tomillares de la Sierra, muestra más predilección por los hábitats calizos
Pyronia tithonus S 87 Muy común en diferentes ecosistemas serranos
Aphantopus hyperantus S 88 Escasa en la sierra de Guadarrama con una colonia potente en el Valle del Paular y algunos registros para los Montes de Valsain, donde sería muy rara
Hyponephele (=lupinus) lupina S 89 Escasa en el pie de monte donde aparece en zonas secas y soleadas de encinares, quejigales y tomillares, con predilección por las zonas calizas
Hyponephele lycaon S 90 Común en zonas despejadas de los pinares serranos y zonas de alta montaña
Erebia meolans S 91 Mariposa de alta montaña, está bien distribuida por las zonas más altas de la Sierra
Erebia (=triarius) triaria S 92 Mariposa bien distribuida en las zonas de alta montaña, se la puede ver también en algunos robledales del pie de monte incluso por debajo de los 1400 msnm
Melanargia lachesis S 93 Muy común en variados ecosistemas serranos
Melanargia russiae S 94 Localizada en colonias distribuidas por algunos puntos de la Sierra, en alguno de los cuales es abundante. No obstante no es una mariposa común
Melanargia ines S 95 Mariposa poco frecuente en la sierra de Guadarrama, habita pequeñas colonias en los encinares y espartales del oeste de la Sierra con mayores poblaciones en el sur de la región
Melanargia occitanica S 96 Distribuida en algunas poblaciones poco numerosas del pie de monte serrano, no es nunca muy abundante
Hipparchia (=alcyone) hermione S 97 Muy común en claros y caminos de zonas boscosas de la Sierra
Hipparchia semele S 98 Mariposa común ocupa varios ecosistemas serranos,
encinares, pinares, etc
Hipparchia statilinus S 99 Mariposa común ocupa muy diversos ecosistemas en la sierra de Guadarrama
Hipparchia fidia S 100 Mariposa muy escasa con alguna colonia en la zona caliza del centro y oeste de la región, también está citada en Valsaín donde no la hemos visto
Chazara briseis S 101 Mariposa escasa con algunas colonias en las zonas predominantemente calizas del pie de monte de la Sierra. Hay una tesis y alguna publicación posterior que la sitúa en la zona de alta montaña de Peñalara donde nunca la hemos podido ver
Satyrus actaea S 102 Mariposa común y bien distribuida en la zona de alta montaña de la sierra de Guadarrama
Brintesia circe S 103 Mariposa frecuente en los encinares y robledales del pie de monte de la sierra de Guadarrama, la hemos visto en algún puerto de montaña
Arethusana arethusa ??
Mariposa con dos citas antiguas en el entorno del Puerto de
Navacerrada, creemos que se puede tratar de confusiones con hembras de Satyrus actaea. Creemos que no está presente en la sierra de Guadarrama a tenor de la falta de citas en los últimos años
Apatura iris S 104 Una de las mariposas más escasas y más interesantes de la sierra de Guadarrama, con algunas colonias en los montes de Valsaín, Valle del Paular y Canencia. También fue citada en El Escorial de donde pudiera haber desaparecido aunque pasa desapercibida fácilmente por sus costumbres arborícolas. Habita bosques de galería en ríos y arroyos de montaña bien conservados con buena vegetación de ribera. Es un excelente bioindicador de la calidad de los ecosistemas riparios
Vanessa atalanta S 105 Mariposa muy común, a los ejemplares propios de la Sierra se le suman los ejemplares migrantes que pueden aparecer prácticamente en cualquier ecosistema
Vanessa cardui S 106 Mariposa común. A los ejemplares serranos se le suman los ejemplares migrantes
Vanessa virginiensis ??
Hay alguna cita serrana en puertos de montaña y algún paraje del pie de monte en la vertiente madrileña, su carácter migrante pudiera traerla a la Sierra en pequeños números, pero consideramos que no tiene poblaciones estables
Nymphalis antiopa S 107 Mariposa bastante escasa aunque distribuida en algunos ríos y arroyos de la sierra de Guadarrama bien conservados y con buena vegetación de ribera. Pasa desapercibida fácilmente por sus costumbres arborícoras. Es un buen bioindicador de la calidad de los ecositemas riparios
Nymphalis polychloros S 108 Mariposa bastante común
Aglais urticae S 109 Mariposa común, habita diferentes ecosistemas de la Sierra siendo frecuente en la alta montaña
Aglais io S 110 Mariposa muy común sobre todo en ambientes boscosos
Polygonia c-album S 111 Mariposa bien distribuida aunque nunca en grandes números. Habita sobre todo bosques de galería de ríos y arroyos de la Sierra
Euphydryas (=beckeri) aurinia S 112 Mariposa muy común en prados y bosques del pie de monte y la media montaña guadarrámica.
Euphydryas desfontainii ??
Es una mariposa con un puñado de citas muy puntuales
en la vertiente sur de la sierra de Guadarrama, que incluyen
Galapagar, Pinilla del Valle o Soto del Real y aunque en la vertiente norte se aproxima a la Sierra en algunos puntos no creemos que sea una mariposa que habite de manera estable la sierra de Guadarrama
Melitaea nevadensis (=celadussa) (=athalia) S 113 Mariposa bien distribuida en la sierra de Guadarrama en pequeñas colonias
Melitaea cinxia S 114 Mariposa bien distribuida en la sierra de Guadarrama en pequeñas colonias en los prados del pie de monte
Melitaea deione S 115 Mariposa poco frecuente en la sierra de Guadarrama, lo es más en la vertiente sur de la Sierra
Melitaea didyma S 116 Mariposa frecuente habita zonas soleadas y despejadas. A menudo se ve en la alta montaña
Melitaea parthenoides S 117 Mariposa poco frecuente en la sierra de Guadarrama con pocas colonias conocidas y de pocos individuos
Melitaea phoebe S 118 Mariposa común en el pie de monte serrano
Melitaea trivia (=ignasiti) S 119 Mariposa poco frecuente aunque bien representada en el pie de monte serrano, gusta de pequeños promontorios rocosos donde hace hilltoping
Limenitis camilla ??
Mariposa citada en el pasado en San Ildefonso por entomólogos europeos que no conocían la especie reducta propia de ambientes más mediterráneos, se convirtió en leyenda cuando un entomólogo segoviano encontró un trozo de ala en los montes de Valsaín. Nosotros creemos que no es una especie presente en la sierra de Guadarrama pese a que las costumbres arborícolas de la especie hacen que sea difícil de localizar y por tanto nos inviten a la prudencia
Limenitis reducta S 120 Especie común en los bosques de galería de los ríos y arroyos de la Sierra
Issoria lathonia S 121 Muy común en multitud de ecosistemas serranos
Argynnis pandora S 122 Muy común en variedad de ecosistemas serranos
Argynnis paphia S 123 Común en las zonas boscosas de la sierra de Guadarrama
Argynnis aglaja S 124 Común en el pie de monte serrano y zonas boscosas
Argynnis adippe S 125 Común en la Sierra prefiere hábitats en claros de bosque de la media montaña y zonas altas de la sierra de Guadarrama
Argynnis niobe S 126 No muy abundante aunque bien distribuida por las zonas del pie de monte serrano
Brenthis daphne S 127 Mariposa poco común propia de ambientes boscosos y generalmente bien conservados de la Sierra
Brenthis hecate S 128 No se conocen poblaciones en la vertiente norte de la sierra de Guadarrama donde, en su día, fue citada. Tiene poblaciones aisladas en la vertiente madrileña: Miraflores de la Sierra, Valle del Paular,etc
Boloria selene S 129 Mariposa poco frecuente en la sierra de Guadarrama, Aparece en zonas boscosas de la media montaña y en turberas y zonas bien conservadas de algunas zonas altas. Puede ser considerado un buen bioindicador de hábitats bien conservados serranos.
Boloria dia S 130 Mariposa que no nos costa citada para la sierra de Guadarrama pero que hemos encontrado en algunas zonas calizas del este de la vertiente segoviana.
 Número total de especies de mariposas diurnas en la sierra de Guadarrama: 130

 
     
   
  Macho de mariposa Sátiro negro (Satyrus actaea), posiblemente una de las mariposas más montañeras de la sierra de Guadarrama, encontrándose a lo largo de toda la cuerda de sus cadenas, mantiene algunas poblaciones también en algunos altiplanos como los de Campo Azálvaro.

 
  Macho de mariposa Sátiro negro (Satyrus actaea), posiblemente una de las mariposas más montañeras de la sierra de Guadarrama, encontrándose a lo largo de toda la cuerda de sus cadenas montañosas, mantiene algunas poblaciones también en algunos altiplanos como los de Campo Azálvaro.  
   
 

Listado mariposas de los Montes de Valsain

 Especies Presencia Real en Valsain Numero Real Valsain Observaciones

 

Familia Papilionidae




Parnassius apollo S
1 Valsaín cuenta con una buena población en la alta montaña de Peñalara y Peña Citores, Creemos que está ausente en el Montón de Trigo.
Zerynthia rumina S
2 No es rara en las zonas más mediterráneas como Cabeza de Gatos, Cerro del Puerco, Jardines de San Ildefonso o Matabueyes
Papilio machaon S
3 Mariposa rara en el monte, la hemos visto en Matabueyes, los Berruecos, Cabeza de Gatos y El Parque, siempre con individuos aislados
Iphiclides Feisthamelii S
4 Resulta una especie poco abundante, aunque se puede encontrar en buenos números en el Cerro de Matabueyes, también la hemos visto en los Jardines, en el Parque, en el Cerro del Puerco, etc pero siempre con individuos aislados




 

Familia Hesperiidae




Erynnis tages N
No es una especie cuyo hábitat se de en los montes de Valsaín ni en buena parte de la sierra de Guadarrama por lo que creemos que no es una especie presente a pesar de las citas antiguas con origen en San Ildefonso
Carcharodus alceae S
5 Especie escasa en los montes, la hemos encontrado en El Parque, en Cabeza de Gatos y en algunas pocas localizaciones mas
Carcharodus baeticus ??
6 A pesar de no haberla encontrado, la planta nutricia existe con frecuencia en las zonas más mediterráneas del monte y en las cercanías del pueblo por lo que no descartamos su presencia
Carcharodus flocciferus N
Solo se tiene alguna cita antigua que lleva años sin confirmarse pese a los estudios que se han hecho posteriormente por lo que creemos que no está presente ni en los montes de Valsaín ni en la sierra de Guadarrama
Spialia sertorius S
7 Especie escasa en el monte con una buena colonia en los prados de la Nava del Rey y los alrededores del cerro de Cabeza de Gatos
Pyrgus alveus ??
8 Citada en el monte (un solo ejemplar) nosotros no la hemos encontrado, no obstante la imposibilidad de identificación de la especie sin análisis genético o de genitalia hace que sea una especie muy difícil de prospectar
Pyrgus armoricanus ??
9 Citada en el monte (sólo dos ejemplares) es otra especie imposible de identificar sin análisis genético o de genitalia por lo que no podemos asegurar haberla visto en el monte
Pyrgus malvoides S
10 Es el Pyrgus más frecuente en el monte, lo hemos visto en las cercanías del Puente de Navalacarreta, en las cercanías de Peñalara, en Los Asientos, en el Puente de la Cantina y varias localizaciones mas
Pyrgus onopordi N
Especie muy escasa en la sierra de Guadarrama tiene predilección por las zonas calizas, por lo que se nos antoja muy rara en los Montes de Valsain, hasta el punto de pensar que pueden haber sido equivocaciones con otras especies
Pyrgus serratulae S
11 Escasa en el monte la hemos visto en Los Asientos, La Máquina Vieja y algún otro prado húmedo dentro del robledal
Thymelicus lineola S
12 Muy escasa y además difícil de identificar de visu por su parecido con las otras especies de Thymelicus, solo hemos encontrado un ejemplar que pudiera se de esta especie en una zona húmeda en las cercanías del Cerro de Cabeza de Gatos
Thymelicus sylvestris S
13 Es la especie que con más frecuencia aparece en Valsaín de Thymelicus, sin ser abundante se puede ver en variados sitios, como los Jardines, Los Asientos, Charcas de Cossios, Prados de la Nava del Rey, etc
Hesperia comma S
14 Especie bastante frecuente en los montes de Valsaín, tanto en la alta montaña como en otras zonas despejadas como los prados de La Nava del Rey, Cerro de Matabueyes y otras áreas despejadas libando de cardos y senecios
Ochlodes sylvanus S
15 Especie común en el bosque aparece en claros de bosque, zonas de ribera y prácticamente por todas las zonas bajas del pinar




 

Familia Pieridae




Leptidea sinapis S
16 Especie escasa en el monte la mayoría de los individuos avistados han sido tanto en los Jardines del Real Sitio como en el área del robledal al este de la carretera Madrid-Segovia, donde sin ser abundantes no es rara
Gonepteryx cleopatra S
17 Especie muy escasa en los montes de Valsaín, aunque existen varias citas anteriores nosotros sólo hemos visto en una ocasión una hembra en el Cerro de Matabueyes
Gonepteryx rhamni S
18 Especie bastante frecuente sobre todo en las áreas bajas del Monte ocupando diferentes ambientes. Es una especie muy fácil de ver
Colias alfacariensis ??
19 Es una especie muy escasa, propia del pie de monte serrano, sobre todo de ambientes calizos, sólo se ven ejemplares divagantes que parece que hicieran pequeñas dispersiones a través de los puertos y que se han visto en Fonfría o Cotos. Es fácil confundir la especie con la forma hélice de C.Crocceus mucho más abundante
Colias (=croceus) crocea S
20 Muy común en el monte puede ser vista prácticamente en todos los ecosistemas hasta la alta montaña, la forma helice más blanquecina es fácil de confundir con c.alfacariensis aunque con un poco de práctica se puede llegar a diferenciar bien
Anthocharis cardamines S
21 Especie común en las zonas bajas y boscosas del pinar, sobre todo cerca de cursos de los arroyos, prados encharcados o cunetas
Anthocharis euphenoides S
22 Especie poco frecuente en Valsaín la hemos visto en la Peña de los Acebos, en la Maquina Vieja y en unas pocas ubicaciones más
Euchloe crameri S
23 Especie no muy frecuente pero bien representada en las zonas más mediterráneas del monte, como Cabeza de Gatos, El bosquecillo, El Cerro del Puerco, etc
Euchloe tagis N
Creemos que se trata de una confusión en el estudio que hizo Pablo Pereira, ya que no existen citas previas, no existen citas posteriores, no existe la planta nutricia ni en los alrededores ni cerca y ni siquiera se ha encontrado la especie ni en la sierra de Guadarrama ni en la provincia de Segovia
Aporia crataegi S
24 Especie muy abundante en las zonas bajas del monte en ambiente de robledal, pinar y encinar
Pieris brassicae S
25 Dispersa por el monte, se aprecia su carácter migrante en sus apariciones prácticamente en cualquier punto de éste, desde los puertos como el de la Fonfría o Cotos hasta zonas tan poco querenciosas para las mariposas como el pinar de la Pinochera. Es una especie que algunos años es mucho más abundante que otros
Pieris napi S
26 Muy común en las zonas bajas y medias del pinar. Muy fácil de ver, llegando incluso a la alta montaña
Pieris rapae S
27 Una de las especies más comunes en los montes de Valsaín, siendo común en la mayor parte de sus ecosistemas
Pontia daplidice S
28 Común en las zonas más despejadas y mediterráneas de los Montes, como el Cerro del Puerco, Matabueyes o Cabeza de Gatos, la podemos encontrar algunos ejemplares también en zonas de alta montaña
Zegris eupheme ??
29 Rarísima en el monte, ya que no existen, a priori, hábitats buenos para la especie que prefiere zonas más bajas con preferencia de las áreas calizas, sin embargo, la incluimos en el listado porque ha sido vista por Alfonso Robledo (com pers.) en una zona mediterránea de los Montes




 

Familia Riodinidae




Hamearis lucina S
30 Especie escasa en el monte de la que tan sólo conocemos algunas colonias en el monte todas en la zona este del valle de Valsaín en ambiente de Robledal, en claros junto a arroyos. Es una especie que pudiera ser un buen bioindicador de la salud de los montes donde se encuentra




 

Familia Lycaenidae




Lycaena alciphron S
31 Común en los montes de Valsaín desde los promontorios de las zonas bajas como Cabeza de Gatos o Matabueyes hasta la alta montaña, con predilección por las zonas algo aclaradas y soleadas
Lycaena bleusei S
32 Bien distribuida por las zonas despejadas de la media montaña aunque nunca abundante, la hemos encontrado en El Jardinillo, Jardines del Real Sitio, zona despejada del arroyo de Valdemartín, etc
Lycaena phlaeas S
33 Una de las mariposas más abundantes de los montes de Valsaín ocupa prácticamente cualquier ecosistema incluido la alta montaña
Lycaena virgaureae S
34 Común en las zonas boscosas del monte, especialmente en los arroyos y ríos del pinar, sube hasta las zonas más altas donde gusta libar de las hierbas de Santiago y los azuzones
Favonius quercus S
35 Menos escasa de lo que pudiera parecer habita sobre todo las zonas de roble y encina del cerro de Matabueyes donde es abundante, sus hábitos arborícolas y vespertinos hacen que pase desapercibida
Laeosopis roboris S
36 Muy común en los Jardines del Real Sitio, aparece también el Robledo y el robledal entorno a la Cossios, en el resto del monte es una mariposa rara
Tomares ballus ??
37 Nosotros no la hemos visto dentro de los límites del Parque aunque es común en los alrededores del pantano de Puente Alta en Revenga y laderas adyacentes que están muy cercanas a los límites de los Montes de Valsain, por lo que no es de extrañar que aparezca en las laderas de Matabueyes o de los prados de la Nava del Rey
Callophrys rubi S
38 Común en los jarales de los montes de Valsaín tanto de El Jardinillo, como del Robledo o Valparaíso o Valdeclemente
Satyrium acaciae S
39 Mariposa muy escasa y localizada en el monte, sólo la hemos encontrado en El Parque y en la cara este de la Cruz de la Gallega donde están algunos de los mejores endrinales de estos montes
Satyrium esculi S
40 Es mariposa escasa en los montes debido quizá a la altitud media y a que el estrato del encinar está poco representado, aun así se la puede ver en las carrascas del Cerro de Matabueyes
Satyrium ilicis S
41 Es muy común en los Jardines del Real Sitio (sobre todo en el entorno del Mar), también aparece escasa en las Matas
Satyrium spini S
42 Sin resultar abundante está bien distribuida por las partes bajas del monte, la hemos encontrado en los alrededores de Valsaín, en el Cerro de Matabueyes, en el arroyo de la Acebeda, etc
Lampides boeticus S
43 Muy común en el monte se la puede encontrar desde los Jardines del Real Sitio, hasta la alta montaña pasando por lo claros en el pinar. Es una habitual merodeadora de los senecio jacobea que quedan en cargaderos y zonas de alta montaña a finales de verano
Cacyreus marshalli S
44 Aparece en los geranios del pueblo de Valsaín, San Ildefonso y la Pradera de Navalhorno, por ejemplo en los geranios de un establecimiento hotelero en el centro del Pueblo de Valsaín, fuera de los núcleos urbanos no se la ve
Leptotes pirithous S
45 Bien distribuida aunque no demasiado abundante comparte junto con Lampides boeticus el gusto por las zonas despejadas, cargaderos y zonas floridas. También ocupa casi cualquier ecosistema de los montes incluido la alta montaña
Cupido minimus ??
46 Nosotros no la hemos encontrado y además su planta nutricia es muy escasa en el monte, donde hemos visto plantas es en la zona del Bosquecillo en la zona del Camino de las Pesquerías, alguna zona del Cerro de Matabueyes en su subida a la Cruz de la Gallega y en la zona de los Tobarejos, Pablo Pereira en su libro la cita en "El camino de las Pesquerías" donde debe ser muy escasa
Celastrina argiolus S
47 Muy común entre los zarzales de los montes de Valsaín de las zonas bajas y medias, frecuente en las cercanías de arroyos y cunetas con zarzas
Pseudophilotes panoptes S
48 Mariposa escasa en los montes de Valsaín donde sólo la hemos encontrado en el Cerro de Cabeza de Gatos, aunque muy posiblemente también aparezca en el contiguo de Matabueyes o de Cabeza Grande
Glaucopsyche alexis S
49 Sin ser una mariposa abundante aparece bien distribuida en las zonas medias y bajas del monte, como alrededores del puente de Valsaín, Camino de pesquerías, robledal de Valdeclemente, Jardines del Real Sitio, robledal de Cossiós, etc
Cyaniris semiargus S
50 Comparte hábitat con la especie anterior y ha sido vista en algunos de los sitios de la otra como Camino de pesquerías, robledal de Valdeclemente, Jardines del Real Sitio, robledal de Cossiós, o arroyo del Telégrafo, no es una mariposa abundante
Polyommatus icarus S
51 Sin llegar a ser tan común como en el pie de monte serrano está bien distribuida pudiendo aparecer en casi cualquier ecosistema del monte incluido la alta montaña, donde la hemos visto en los alrededores del Chozo Aranguez por poner un ejemplo
Polyommatus dorylas N
Mariposa de ambientes calizos, a pesar de encontrar en el monte alguna representación (muy escasa) de su planta nutricia no parece una especie de la que podamos encontrar poblaciones actualmente en los montes de Valsaín
Polyommatus thersites N
Especie escasa en la cara norte de la sierra de Guadarrama al menos en su tramo central y oeste, tampoco existe la planta nutricia en los Montes de Valsain, por lo que consideramos que no es una especie que habite en dichos montes
Polyommatus (=Lysandra) bellargus ??
52 Es una especie abundante en la zona caliza de la Sierra y ausente generalmente de la silícea, pero no obstante en otros puntos de la Sierra hemos visto ejemplares que parecen divagantes, por lo que no es de extrañar que alguno de estos ejemplares pueda verse esporádicamente en Valsaín como así está citada
Aricia cramera S
53 Especie común y bien distribuida por las zonas más mediterráneas y bajas de los montes, especialmente Cruz de la Gallega, Cabeza de Gatos, Matabueyes, etc
Aricia montensis ??
54 Es una especie fácilmente confundible con la especie anterior y a pesar de las citas en el Cerro de Matabueyes, todos los ejemplares de Aricia que nosotros hemos visto eran cramera, no obstante no lo descartamos.
Plebejus argus S
55 Algunas colonias abundantes en las zonas despejadas de Matabueyes, Cabeza de Gatos, Cruz de la Gallega, desaparece en las zonas boscosas




 

Familia Nymphalidae




Libythea celtis S
57 Mariposa muy escasa en los montes de Valsaín, creemos que la mayoría de los ejemplares avistados son ejemplares en paso que realizan migraciones a través de los puertos de montaña, por eso se han visto ejemplares, en la Fonfría, en la fuente de la Reina, en la fuente de la Canaleja, en el arroyo del Teléfegrafo, en el rio Acebeda, etc, generalmente libando en los alrededores encharcados de las fuentes o las riberas de los ríos. Es una mariposa francamente difícil de ver en estos montes.
Lasiommata maera S
58 Desigualmente repartida, hay alguna colonia verdaderamente abundante como las del entorno de La Camorca, se pueden ver ejemplares en otras zonas más o menos despejadas de los montes como en los Jardines del Real Sitio, en el robledal y jaral de Cossios, en los prados de la Nava del Rey hacia la acebeda, en el camino hacia el Telégrafo, etc
Lasiommata megera S
59 Muy común en el monte, especialmente en zonas soleadas y pedregosas principalmente de las zonas medias y bajas del pinar, aunque en algunas ocasiones se acerca a la alta montaña. Es una de las mariposas más comunes en los montes de Valsaín
Pararge aegeria S
60 Mariposa muy común en los montes de Valsaín habita riberas de ríos y arroyos, zonas umbrosas de bosque, jardines, etc
Coenonympha arcania S
61 Mariposa común en las áreas boscosas del robledal y pinar en las partes bajas y medias del monte
Coenonympha glycerion ??
62 Aunque no la hemos encontrado dentro de los límites del monte, hay una cita de los Jardines del Real Sitio y una pequeña colonia muy cerca de estos, por lo que es muy probable que vuelva a colonizar el espacio natural si la apertura de pistas que se ha hecho no ha acabado con el hábitat actual de la especie
Coenonympha pamphilus S
63 Muy común en las zonas bajas y medias del bosque.
Maniola jurtina S
64 Una de las especies más comunes en los montes de Valsaín donde es posible verla en cualquier ecosistema de las zonas bajas y medias del bosque
Pyronia bathseba S
65 Especie escasa y muy localizada, aparece en los prados de la Nava del Rey y en Cabeza de Gatos, es posible que también aparezca en Matabueyes donde no la hemos encontrado
Pyronia cecilia ??
66 Esta mariposa no la hemos encontrado dentro de los límites de los montes de Valsaín, aunque está citada en el Cerro de Matabueyes, prefiere zonas muy mediterráneas, soleadas y laderas pedregosas en el entorno del encinar por lo que de encontrarse actualmente debe ser muy escasa debido a la pequeña distribución de este tipo de ecosistema en el monte
Pyronia tithonus S
67 Muy común en las zonas bajas y medias del bosque.
Aphantopus hyperantus S
68 Aunque nosotros aún no la hemos encontrado en los montes de Valsaín hay citas antiguas y recientes de esta especie en torno a los Jardines del Real Sitio que debe ser muy escasa de mantener aún poblaciones estables
Hyponephele (=lupinus) lupina ??
69 Especie que no hemos encontrado en el monte, está citada en la zona mediterránea de los montes de Valsaín, en la sierra de Guadarrama es una especie de encinares cálidos y quejigares más proclive a ambientes calizos. De estar actualmente debe ser francamente escasa.
Hyponephele lycaon S
70 Mariposa común en claros de bosque y caminos en entorno principalmente del pinar llegando a la alta montaña
Erebia meolans S
71 Mariposa común en las zonas de alta montaña, donde aparece bien distribuida en las zonas altas e incluso medias del pinar y todo el área supraforestal. Tiene dormideros de muchos ejemplares en Sedum forsterianum de las pedreras del arroyo del Telégrafo
Erebia (=triarius) triaria S
72 Común en las zonas boscosas del monte especialmente en la media y alta montaña en entornos de pinar, en algunos casos de robledal (a partir de 1400 msnm) llegando a las zonas altas de la Sierra
Melanargia lachesis S
73 Especie muy común en el bosque aparece en ecosistemas variados de los pisos bajos y medios del pinar
Melanargia russiae S
74 Especie muy localizada pero con una colonia muy abundante en el entorno de Cabeza de Gatos y Fuente del Pájaro, fuera de allí no hemos obtenido registros
Melanargia ines ??
75 Mariposa extraordinariamente escasa tanto en Valsain (donde no la hemos visto) como en la sierra de Guadarrama, tiene predilección por sitios mediterráneos de ambiente de encinar con cantueso, berceo y mejorana. Sólo está citada en el Cerro del Puerco y un único ejemplar en los 4 años de estudio
Melanargia occitanica ??
76 Mariposa muy escasa en los montes de Valsaín hasta el punto de que solo se dispone de una cita en el Cerro del Puerco. En la sierra de Guadarrama también es muy escasa apareciendo generalmente en ambiente de encinar
Hipparchia hermione (=alcyone) S
77 Común en claros de bosque y zonas despejadas del entorno del pinar y robledal
Hipparchia semele
78 Es una mariposa muy común en las zonas boscosas, a menudo en las riberas de ríos y arroyos del ambiente del pinar
Hipparchia statilinus S
79 Mariposa común en Valsaín, se la puede ver en varios ecosistemas desde zonas despejadas y rocosas del ambiente del encinar, es muy común en el Cerro de Matabueyes hasta claros y caminos en el ambiente de pinar, llegando hasta la alta montaña
Hipparchia fidia ??
80 No encontrada por nosotros en los montes de Valsaín, está citada muy escasa en el Cerro de Matabueyes donde se la ha buscado a conciencia sin éxito, es una especie que es más frecuente en caliza, aunque en Ávila aparece en granito
Chazara briseis ??
81 Es una especie de páramos calizos, que pinta muy poco en los montes de Valsaín a nuestro parecer y que sin embargo cuenta con una cita en entorno de pinar y algunas otras en la alta montaña (canchales de Peñalara), nosotros pensamos que puede deberse a confusiones con otras especies, pero al haber citas la dejamos como probable
Satyrus actaea S
82 A pesar de ser una mariposa común en la alta montaña del Guadarrama no es especialmente abundante en las zonas altas de los montes de Valsaín, aun así la hemos visto en Peñalara, Peña Citores, etc
Brintesia circe S
83 Especie común en el área de encinar de los montes de Valsaín, aparece en las zonas bajas y medias (y en ocasiones en altas), en zonas aclaradas o semiaclaradas donde no es rara
Arethusana arethusa N
Especie con una sola cita en los alrededores del Puerto de Navacerrada, sin citas posteriores ni recientes creemos que se debe a una confusión, no creemos que esté presente ni en la Sierra ni por supuesto en los montes de Valsaín
Apatura iris S
84 Mariposa escasa en los montes de Valsaín donde se mantienen una de las últimas poblaciones de este bello ninfálido en la sierra de Guadarrama. Aunque es una mariposa muy difícil de ver debido a sus costumbres arborícolas, la hemos encontrado en los Jardines del Real Sitio, en las riberas de los ríos Acebeda y Eresma y en algunos arroyos aledaños. Es una especie especialmente interesante por su carácter finícola en la sierra de Guadarrama y una de las joyas entomológicas del bosque
Vanessa atalanta S
85 Especie muy común en los montes de Valsaín, se ven ejemplares en prácticamente cualquier ecosistema incluida la alta montaña
Vanessa cardui S
86 Especie muy común en los montes de Valsaín, se ven ejemplares en prácticamente cualquier ecosistema incluida la alta montaña. Mariposa migradora que proporciona además avistamientos de ejemplares en paso ya en el comienzo de la primavera
Nymphalis antiopa S
87 Mariposa realmente escasa en los montes de Valsaín, antaño era más común y ahora parece haber casi desparecido completamente. Tenemos algunas citas en el entorno del río Eresma en la zona del pinar y también la hemos visto en los Jardines del Real Sitio. Es otra de las joyas entomológicas que puede pasar desapercibida también por sus costumbres arborícolas
Nymphalis polychloros S
88 Mariposa común en Valsaín es una de las primeras especies en ser vistas debido a que pasa el invierno como adulto, aparece en zonas despejadas de variados hábitats del monte
Aglais urticae S
89 Especie muy común en el bosque donde aparece en multitud de ecosistemas incluido la alta montaña donde es una de las especies más comunes
Aglais io S
90 Especie bastante frecuente en el entorno del pinar principalmente donde se la puede ver con profusión libando de las zarzas y en las riberas de los arroyos
Polygonia c-album S
91 Mariposa poco frecuente pero bien distribuida se encuentra en casi la totalidad de los arroyos y ríos de porte mediano y aguas más lentas llegando a veces a la alta montaña, creemos que por ejemplares divagantes o migrantes
Euphydryas (=beckeri) aurinia S
92 Especie muy común en las zonas boscosas bajas y medias del bosque
Melitaea nevadensis (=celadussa) (=athalia) S
93 Especie no muy frecuente aunque aparece en diversas zonas del pinar, la hemos visto en el Puente de la Cantina, Alto del Pájaro, Jardines del Real Sitio, etc
Melitaea cinxia S
94 Especie poco frecuente en los montes de Valsaín donde ocupa prados húmedos de las partes bajas especialmente la hemos visto en el Robledo, Llano Amarillo y cerca de la Maquina Vieja. No es especie frecuente aunque el carácter gregario de las orugas hace que donde aparezca se suelan ver varios ejemplares
Melitaea didyma S
95 Especie escasa en el monte, la hemos visto sobre todo en zonas altas de montaña como el puerto de la Fonfría, Cotos, Peñacitores, y Montón de Trigo
Melitaea parthenoides ??
96 Especie muy escasa en los montes de Valsaín, nosotros no la hemos encontrado aunque es probable que haya pasado desapercibida confundida con Melitaea celadussa (athalia)
Melitaea phoebe S
97 Especie no muy común en los montes de Valsaín donde se la puede encontrar en los prados y zonas despejadas de las partes bajas del monte, como los prados de la Nava del Rey, Jardines del Real Sitio, Los Tobarejos, etc
Melitaea trivia (=ignasiti) S
98 Especie poco común en los montes de Valsaín aparece especialmente en las zonas altas de la parte más mediterránea del monte, como son el Cerro de Matabueyes y Cabeza de Gatos, donde hemos observado que hace hilltoping
Limenitis camilla N
A pesar de las alas encontradas en una carretera de Los montes de Valsaín por uno de los mejores naturalistas segovianos y que la especie es de costumbres arborícolas y por tanto difícil de ver, se nos antoja prácticamente imposible que haya alguna colonia de esta mariposa que haya pasado desapercibida durante tantos años
Limenitis reducta S
99 Especie común en las zonas de ribera y prados húmedos del entorno del pinar y el robledal
Issoria lathonia S
100 Una de las especies más comunes en los montes de Valsaín, aparece en prácticamente cualquier ecosistema despejado incluido la alta montaña y los claros de pinar y robledal, caminos, etc
Argynnis pandora S
101 Mariposa muy común en los montes de Valsaín prácticamente en cualquier ecosistema despejado de las zonas baja y media del bosque con algunos ejemplares que llegan a la alta montaña
Argynnis paphia S
102 Mariposa común en Valsain en las zonas boscosas, especialmente en ambiente del pinar y robledal, donde prefiere los zarzales y las riberas de arroyos y ríos
Argynnis aglaja S
103 Mariposa común en Valsaín en las zonas medias y bajas en ambiente boscoso, particularmente común en el pinar. Es fácil verla en cunetas de las pistas donde liba continuamente de las flores del trébol
Argynnis adippe S
104 Mariposa común en la alta montaña, liba habitualmente en los cardos, senecios y gencianas, se la puede ver también en claros de bosque y cargaderos en la zona media y alta del pinar
Argynnis niobe S
105 Mariposa poco frecuente aunque bien distribuida en la zonas más mediterráneas del monte, se la ve en el Cerro de Matabueyes, Cabeza de Gatos, etc, siempre con ejemplares sueltos con vuelo potente
Brenthis daphne S
106 Mariposa escasa pero bien distribuida más frecuente en las zonas de pinar, en ambientes de riberas o zarzas y cunetas. Nunca es una mariposa abundante, la hemos visto en las riberas de los ríos Acebeda, Eresma, en el Puente de la Cantina, en turberas en el interior del pinar, etc
Boloria selene S
107 Mariposa poco común se distribuye principalmente por zonas despejadas, claros, turberas y prados de la parte alta del pinar y de la zona supraforestal, aunque aparece también en riberas y zarzales de la zona media. Está bien distribuida en esas zonas sin ser una mariposa abundante.

 
     
   
 

Para la realización de este monográfico, las identificaciones se han realizado en el campo y a partir de las fotografías obtenidas y para obtener dichas fotografías en ningún momento se ha capturado ningún ejemplar, mucho menos se ha retenido, enfriado o anestesiado, como se hace por algunos entomólogos para conseguir sus fotografías, tan sólo la paciencia, el conocimiento de los hábitats propicios y las costumbres de las especies, de nuevo la paciencia, más paciencia aún y, por qué no decirlo, a veces la suerte han sido utilizados para el estudio de estos bellos insectos. Esto demuestra que no es necesario realizar colecciones entomológicas, capturar mariposas ni sacrificarlas para llegar a un buen conocimiento de nuestros lepidópteros diurnos.

Este monográfico no podría haber realizado tal y como podéis verlo, sin la ayuda de algunas personas a las que quiero agradecer. Agradecimientos especiales a Juan Carlos Vicente verdadero experto entomólogo de campo por las consultas y las horas de charlas acerca de estos bellos insectos, Alfonso Robledo por los intercambios de información acerca de multitud especies de insectos, como no, a mis amigos fotógrafos y naturalistas Miguel Pascual Sacristán (de él son las excelentes fotos de Carcharodus lavatherae), Abel Herrero Herránz, Javier Ramil y Javier Dorrego por tantas horas de campo en pos de los lepidópteros, a Nacho Domingo Ayuso que me ha ayudado a encontrar dos verdaderas joyas entomológicas, a Mercedes París, conservadora de la Colección de Entomología del MNCN, por su amable ayuda con algunas especies y por supuesto a mi familia (Marta y Gonzalo), a las que he quitado tiempo muy valioso por hacer este monográfico. ¡Espero que haya merecido la pena!

Para saber más sobre los mariposas:

  • Catalogo y Atlas de los Ropalóceros de los montes Matas y Pinar de Valsain.

Pablo Pereira Sieso
Organismo Autónomo de Parques Nacionales © 2009

  • Mariposas Diurnas de la Comunidad de Madrid. 

Juan Carlos Vicente Arranz y Antonio García Carrillo
Ediciones La Librería  © 2009

  • Mariposas diurnas & Nocturnas de la Reserva de la Biosfera de San Ildefonso-El Espinar

Antonio Robledo Robledo
Edita Ícaro © 2016

  • Mariposas diurnas de la Sierra de Ayllón en la provincia de Segovia

Juan Carlos Vicente Arranz y Beatriz Parra Arjona
Edita Caja Segovia Obra Social y Cultural © 2007

  • Guia de las mariposas diurnas de Castilla y León

Juan Carlos Vicente Arranz y Juan L. Hernández Roldán
Edita Náyade ©2007

  • Las Mariposas diurnas de Castilla y León

Luis Óscar Aguado Martín
Edita Junta de Castilla y León. Serie Técnica ©2007

  • Mariposas diurnas de la Provincia de Ávila

Juan Carlos Vicente Arranz y Beatriz Parra Arjona.
Diputación de Avila.Edita Ancares artes gráficas ©2010

  • Mariposas diurnas de la Comunitat Valenciana

Sergio Montagud Alario y José Antonio García Alamá
Edita Generalitat Valenciana© 2010

  • Mariposas diurnas de la provincia de León

David César Manceñido González y Félix Javier González Estébanez
Edita autores © 2013

  • Mariposas Diurnas de La Rioja

Yeray Monasterio León, Juan Carlos Vicente Arranz, Ruth Escobés Jimenez, Óscar Moreno Iriondo, Beatriz Parra Arjona
Edita Instituto de Estudios Riojanos © 2014

  • Atlas Provisional Lepidópteros de Madrid

Carlos Gómez de Aizpurúa
Dirección General del Medio Rural y Servicio del Medio Natural. Comunidad de Madrid © 1987

  • Atlas de distribución de las Mariposas Diurnas de la provincia de Málaga

Juan Manuel Moreno Benítez
Edita La Serranía © 2015

  • Catálogo y atlas de los Ropalóceros del Parque Nacional de Cabañeros

Luis Hiernaux, Pablo Pereira, Alberto Hurtado y Javier Fernández
Edita Organismo Autónomo de Parques Nacionales © 2007

  • Las mariposas de España peninsular. Segunda Edición ampliada y corregida.

Víctor Redondo, Javier Gastón y Juan Carlos Vicente
Editorial Prames © 2015

  • Mariposas de España y Europa

Tom Tolman & Richard Lewington
Edita Omega © 2011 (Edición en castellano)

  • The Scientific Names Of The British Lepidoptera. Their history and meaning

A. Maitland Emmet
Edita Harley Books © 1991

  • Lepidópteros diurnos del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de Las Islas Atlánticas de Galicia

Pablo Cobos.
Edita Organismo Autónomo de Parques Nacionales © 2015

  • Mariposas diurnas del Parque Nacional de los Picos de Europa

G.Verhuslst
Edita Organismo Autónomo de Parques Nacionales © 2005

  • Mariposas diurnas del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel

Diaz-Cambronero Astilleros, A.
Edita Organismo Autónomo de Parques Nacionales © 2005

  • Mariposas diurnas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Abós Castel F.P.
Edita Diputación General de Aragón © 1988

  • Mariposas por la Vida. Guia visual de las mariposas ibéricas diurnas

V.V.A.A.
Edita Objectiu Natura © 2012

  • Guía de las Mariposas de Europa. Mariposas, Orugas y Plantas Nutricias

H. Bellmann
Edita Omega © 2017

  • Guia de campo de las Mariposas Nocturnas de Europa y Norte de África

P.C. Rougeot & P.Viette
Edita Omega © 1980

  • Guía de Campo de las Mariposas de Espala y de Europa

Higgins L.G.
Edita Omega © 1980

 

  • Mariposas diurnas de Euskadi

Yeray Monasterio León y Ruth Escobés Jiménez.
Edita Eusko Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia© 2017

 

  • Guia de les papallones diurnes de Catalunya

Roger Vila, Constantí Stefanescu, José Manuel Sesma
Edita Lynx Edicions © 2018

 

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